LIMA - La salida del quad pilotado por el chileno Italo Pedemonte fue el arranque oficial de un Dakar que se espera diferente a los de los últimos años. Muy complicado en el aspecto de la navegación, con la arena como protagonista principal y sin perder la costumbre de encontrarse con numerosas trampas escondidas. Será una prueba intensa y muy rápida, con solo diez etapas. La breve especial de 84 kilómetros de ayer entre Lima y Pisco dejó claro que cada uno de los favoritos tiene una estrategia diferente para hacerse con el título final. Varios de ellos apostaron por no perder tiempo y atacar desde el primer kilómetro, en busca de sumar la primera etapa a su botín, como fue el caso de Nasser Al-Attiyah y Joan Barreda, vencedores finales. Mientras, otros fueron más cautelosos. El fallo puede aparecer en cada esquina y gestionar el riesgo es decisivo. Además, este año vencer en una especial no es todo alegría. Abrir la pista puede llegar a ser un auténtico calvario y por ello muchos pilotos de ayer decidieron retrasarse ligeramente en la general.
El Dakar comenzó con una etapa prólogo, de solo 84 kilómetros, para que los pilotos pudieran hacer su primera toma de contacto. Sin embargo, la arena peruana no entiende de treguas ni de pruebas para primerizos. No tardó en provocar el abandono de más de un piloto y varios participantes vivieron su primera jornada negra. Uno de ellos fue Óscar Romero. El alavés arrancó bien y rondó los treinta mejores puestos. Pero a partir del ecuador de la especial, la arena se le atragantó y se hundió en la clasificación hasta los últimos puestos. Tampoco lo pasó nada bien Sebastien Loeb. El de Alsacia fue el primer favorito en evidenciar problemas. La arena siempre ha sido la asignatura pendiente de Seb y ayer dejó claro que todavía tiene que mejorar al ceder seis minutos con respecto a Al-Attiyah.
Por delante, Barreda viajó a un ritmo altísimo. El piloto catalán no especuló e hizo alarde de su fama de cazador de etapas para capturar su primera presa. Marcó el mejor tiempo en cada uno de los parciales y acabó en primer lugar con poco más de minuto y medio de ventaja sobre la Husqvarna de Pablo Quintanilla. Fue una victoria de prestigio. Aunque el tiempo cosechado sea una anécdota, el triunfo de ayer sirve para colocar a Barreda como uno de los pilotos a tener en cuenta y enseña a sus rivales que deberán andar muy rápido para igualar su ritmo. El otro lado de la moneda fueron las KTM. Los pilotos de la marca austriaca, grandes favoritos a la victoria final, apostaron por una táctica más cautelosa. Los tres últimos ganadores del Dakar llegaron de forma consecutiva y calcaron sus tiempos. La mejor noticia para ellos fue que Toby Price no perdió nada de tiempo a pesar de su lesión en la muñeca y confirmó que puede pilotar al ritmo de cabeza.
En la categoría de coches, los Minis oficiales también optaron por dejar sus cartas tapadas y dejar la responsabilidad de abrir pista a otros. Solo Carlos Sainz se salió del guion. El piloto madrileño es pura ambición y quiso empezar con un triunfo su defensa del título. Sin embargo, se encontró con otro piloto que tampoco es partidario de especular. Nasser Al-Attiyah voló por las dunas peruanas y se hizo con la primera victoria.
Coches
1. Nasser Al-Attiyah (Toyota) 1h01:41
2. Carlos Sainz (Mini) a 1:59
3. Jakub Przygonski (Mini) a 2:00
4. Vladimir Vasilyev (Toyota) a 2:18
5. Yazeed Al Rajhi (Mini) a 2:28
Motos
1. Joan Barreda (Honda) 57:36
2. Pablo Quintanilla (Husqvarna) a 1:34
3. Ricky Brabec (Honda) a 2:52
4. Adrien van Beveren (Yamaha) a 2:55
80. Óscar Romero (KTM) a 32:00