Duración: 62 minutos.
Saques: 2 de Olaizola II, (tantos 3 y 16) y 2 de Irribarria, (tantos 8 y 15) .
Pelotazos: Se cruzaron 565 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 3 de Olaizola II, 5 de Irribarria, 3 de Albisu y 1 de Zabaleta.
Errores: 4 de Olaizola II, 8 de Irribarria y 10 de Albisu y 4 de Zabaleta.
Marcador: 0-2, 1-2, 1-3, 2-3, 3-3, 3-4, 4-4, 4-6, 5-6, 5-10, 6-11, 7-11, 8-11, 9-13, 11-14, 11-18, 12-18, 12-19, 13-20, 16-21, 19-21 y 19 22.
Incidencias: Duelo correspondiente a la séptima jornada del Parejas de primera disputado en el Astelena de Eibar. Gran entrada. Se guardó un respetuoso minuto de silencio y se hizo una ofrenda floral en memoria de Miguel Gallastegi.
eibar - Al templo de la pelota, el Astelena, La Catedral, el hogar de Miguel Gallestegi, mito de la mano, se le puso un nudo en la garganta recordando a su héroe. La leyenda de los 100 años que falleció el viernes. Enmudeció el frontón en su honor, con el corazón palpitando solemnidad. El réquiem de los pueblos que lloran a los suyos desde el alma, desde la sinceridad. Solo el silencio, abrumador, y un ramo de flores en el lugar donde Gallastegi dejaba que descansara su chaqueta bajo la chapa, llenaban el Astelena en un misa pagana. Nada de sonido de piel contra la piedra. Solo recuerdo, el eco infinito del respeto y la memoria. Una preciosa ovación en su recuerdo. Para siempre Don Miguel.
A un viaje lunar del halo que iluminaba a Gallastegi creció el duelo que medía a Olaizola II y Albisu contra Irribarria y Zabaleta, donde se debatía el liderato del Parejas, un campeonato que en el meridiano tiene reservadas tres de las cuatro plazas para las semifinales. El espectáculo del Astelena fue un mayúsculo contenedor de errores. Los diez primeros tantos fueron fallos. Contabilizó el primer acierto Albisu, con una escapada. Esa fue la sintonía de una pugna de perfil bajo salvo por la velocidad y la potencia de los cañonazos de Irribarria y Zabaleta, que bien podrían formar un equipo de derribo. Albisu, incómodo, incapaz de encontrar la distancia, era un manista a un error pegado. Acumuló una decena en juego y recibió dos saques de escasa mala leche. Las penurias del ataundarra colcaron a Aimar Olaizola ante un reto mayúsculo. El delantero apenas dispuso pelota porque Irribarria, pletórico en pegada, y Zabaleta, majestuoso soltando en látigo le enjaularon.
En ese escenario, el de Arama y su espectacular zagueron abrieron huella. Albisu, desnortado, era incapaz de enderezarse y Aimar limaba, paciente la roca, con una cepillo de dientes. Irribarria, aunque no le sobró virtuosismo obtuvo renta de los socavones que provocaba su zaguero, el mejor del partido, y ambos se pusieron a un par de palmos del triunfo 18-11 y 20-13. Entonces Albisu alzó el mentón y Aimar, un superviviente, enredó cuanto pudo. Obligó a dar un pelotazo más. El espíritu competitivo no decae jamás en el goizuetarra. Zabaleta, exquisito hasta entonces, perdió algo de swing e Irribarri no cerraba. Crecieron Olaizola II y Albisu y se pusieron a dos tantos 19-21 después de tres errores consecutivos de los de Aspe. En tierra de emociones, el duelo se cerró de un portazo, el enésmimo error de Albisu. Gallastegi merecía más.