Si hay algo que preocupa en estos momentos a la Federación Alavesa de Atletismo y a su presidente Andrés Sánchez es el futuro del módulo de atletismo cubierto que el estadio de fútbol de Mendizorroza alberga actualmente en su interior. Se trata de una pista de seis calles en la que también hay un foso en el que se puede practicar el salto de altura y el de longitud. “En estos momentos es una instalación imprescindible para nosotros. Los atletas practican allí en invierno y en primavera, cuando el frío y la lluvia impiden que puedan practicar en las pistas exteriores”, explica Andrés Sánchez. La intención del Deportivo Alavés de reformar el estadio, sin embargo, pone en peligro el futuro de la mencionada instalación.
En estos momentos el proyecto de remodelación es toda una incógnita. Se conoce el presupuesto (alrededor de los 55 millones de euros) pero aún se desconoce cuál será el aspecto del nuevo campo y sus plazos. “El club nos ha comunicado que tiene intención de mantener el módulo para que las actividades que allí se desarrollan puedan seguir teniendo lugar. A pesar de ello, no tenemos ni idea de cómo se va a llevar a cabo”, comenta Sánchez. Caben diversas posibilidades. Una de ellas sería que el módulo se respetara y se mantuviera tal cual dentro del nuevo estadio. También podría construirse uno desde cero atendiendo a la nueva estructura arquitectónica de Mendizorroza. La otra opción es la de construir otro módulo fuera del recinto para que no ocupara espacio en el estadio.
Cualquiera podría funcionar, pero lo que le Federación Alavesa de Atletismo exige es no quedarse en ningún momento sin módulo.
La desconfianza del presidente de la Federación Alavesa posiblemente surja a raíz de lo sucedido en las obras del nuevo San Mamés: “El Athletic prometió construir un módulo de atletismo en sus interioridades y al final lo cancelaron por falta de recursos económicos. Quedarnos sin pista cubierta en Vitoria sería una puñalada en el corazón para el atletismo alavés. Los deportistas no tendrían donde entrenar y pasarían a realizar otros deportes”. Realizar las obras en verano y volver a tenerlo disponible en invierno sería una solución. Si esto no se puede asegurar, lo adecuado sería que el nuevo módulo estuviera construido antes de proceder al cierre del actual. “Si se va a realizar una reforma, lo ideal sería ganar algo de altura e introducir una curva para que se pueda practicar el lanzamiento de pértiga y el paso por curva, pero lo primordial es conservar el módulo”, afirma Sánchez, visiblemente preocupado por la situación.