Consciente de que su retrasada posición de salida le obligaba a hacer un sobreesfuerzo para intentar repetir el 31º puesto del domingo en Namur, Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) jugó ayer miércoles en la Copa del Mundo de Zolder, en palabras suyas, “a arriesgar más de lo debido para no perder la referencia del grupo que tenía delante... pero me he caído en una de las bajadas y a partir de ahí, remontar mucho más de lo que lo hice era prácticamente imposible” en un circuito seco y realmente rápido.
El corredor de Ametzaga tuvo que conformarse con una 40ª posición, a 4’59” del ganador Mathieu Van der Poel, en un trazado completamente distinto al del pasado día 23. “Al menos, y a falta de revisar el vuelta a vuelta, pienso que he tenido un ritmo muy constante, sin más errores y con la posibilidad de subir algunos puestos más si hubiéramos tenido algún grupo a la vista. El resultado no vale nada y poco se puede sacar del mismo, pero a nivel físico me he visto donde debía, y espero que este esfuerzo nos ayude a alcanzar ese punto máximo de forma que necesitamos para las próximas semanas”.
Un camino al Campeonato de España -previsto el 13 de enero en Pontevedra- que pasa en lo más inmediato por el Campeonato de Euskadi del próximo domingo 30 en Beasain, donde las incógnitas para Larrinaga serán dos: “El circuito, que con el viento sur y las temperaturas tan poco habituales que tenemos esta Navidad tiene pinta de que será allí también seco, aunque ojalá caiga alguna gota y tengamos algo de barro. Y por otro lado, los rivales, con los que no habré coincidido en 15 días. Aitor Hernández tiene que ser la referencia y siempre sale muy motivado a esta cita, pero Gorka Izagirre estuvo muy cerca de él en Pamplona el domingo pasado, viene de una concentración intensa con Astana este mes de diciembre y seguro que va a ser alguien a tener muy en cuenta”, aseguró. - DNA