Real Madrid4
Al Ain1
REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Marcos Llorente (Min. 82, Casemiro), Kroos (Min. 70, Ceballos), Modric; Lucas Vázquez (Min. 84, Vinicius), Bale y Benzema.
Al Ain: Khalid Eisa; Mohamed Ahmed (Min. 64, Bandar), Ismail Ahmed, Mohammed Fayez, Shiotani; Rayan Yaslem, Mohamed Abdulrahman (Min. 67, Amer), Doumbia, Hussein El Shahat, Caio; y Berg (Min. 75, Yahia).
Goles: 1-0: Min. 14; Modric. 2-0: Min. 60; Marcos Llorente. 3-0: Min. 78; Ramos. 3-1: Min. 86; Shiotani. 4-1: Min. 91; Nader en propia puerta.
Árbitro: Jair Marrufo (Estados Unidos). Amonestó a Ramos por el Real Madrid.
Incidencias: Zayed Sports City Stadium, ante 43.000 espectadores.
MADRID - El Real Madrid se convirtió en el equipo con más conquistas de la historia del Mundial de Clubes y firmó con autoridad su tercera corona consecutiva, superior al local Al Ain el día que Luka Modric regresó a su versión de líder y el fútbol premió la irrupción de Marcos Llorente con un golazo. Al Ain no fue rival para el Real Madrid, que plasmó la abismal diferencia del fútbol entre continentes. El examen verdadero habría sido River Plate, pero la final soñada no se dio y el dominador del fútbol mundial en tres años de indiscutible hegemonía, dio un baño de experiencia a un rival inexperto en esas lides.
El partido nació de ida y vuelta y Al Ain desafiaba con valentía inocente. Sus opciones se redujeron a los primeros minutos, cuando Berg buscó la espalda de Varane y dio un susto a la salida de Courtois, que reaccionó con rapidez. Y especialmente tras un error infantil de Marcelo, que dejaba el balón muerto de cabeza en un intento de cesión y regalaba a El Shahat la oportunidad de su vida. Dos buenos recortes, incluido a Courtois, pero su disparo lo sacaba Ramos bajo palos. La grada aumentaba los abucheos al capitán madridista, sin perdonarle la lesión a Salah, icono del mundo árabe, en la final de Champions.
Del susto al gol. Una virtud del antiguo Real Madrid que recuperó. Aparecía el Balón de Oro para abrir la final. De zurda, desde la frontal, con tiempo para recibir y colocar su disparo lejos del alcance de Eisa. El primer tanto del curso de Modric estaba reservado para un momento decisivo. El segundo gol tardó en llegar y fue el premio a un jugador que ha sufrido al no tener oportunidades. Marcos Llorente enganchaba un despeje en un saque de esquina a la hora de partido y con un magnífico derechazo dejaba el duelo prácticamente visto para sentencia.
Era momento para disfrutar, exhibir virtudes y gestos técnicos al alcance de muy pocos. Como los que posee Marcelo, mientras que Bale extendía una noche de desacierto en el remate. Perdonó tres ocasiones más, dos manos a manos con el portero rival. Más eficaz fue Ramos para mandar callar a la grada con un testarazo inapelable a un córner botado, cómo no, por Modric.
El orgullo impulsó a Al Ain en busca del tanto que premiase su participación en el Mundial. Courtois salvó la primera, rápido en la salida para tapar espacios a Caio, pero nada pudo hacer ante el cabezazo preciso de Shiotani. No era el fin. Solari había premiado a Vinicius y dejado sin minutos a Isco. Con el partido roto, el brasileño encaró y como en su primer tanto, acabó encontrando el gol con un disparo que golpeó en un defensa rival. Era el broche para un Real Madrid campeón del mundo por séptima vez, cuarta desde que cambió el formato del torneo y el único que lo consigue tres años seguidos. - Efe