Jon Rahm no pudo quitarse el moreno de camionero durante su semana en Bahamas. Al contrario, se le acentuó después de que el Hero World Challenge despertara su espíritu competitivo y le hiciera apartar por unos días las ganas de tumbarse al sol. El golfista de Barrika, que empezó el año con un segundo puesto en el Sentry Tournament y un primero en el CareerBuilder, lo ha acabado con un cuarto en el DP World Tour de Dubái y un primero en el torneo de Tiger Woods cuando ya casi tenía preparadas las maletas para regresar a su pueblo, donde quiere desconectar y dedicarse a la familia.

Porque si alguna conclusión ha sacado Rahm de su segundo año completo como profesional es que “he madurado, me ha hecho crecer como jugador y como persona”. Muchas cosas han pasado en la vida privada del jugador vizcaino y haber sabido mantener sus resultados y su nivel de juego es su gran conquista por encima de los tres triunfos que, de nuevo, ha vuelto a conseguir. “Esta madurez me ha ayudado a controlar mis emociones mejor dentro del campo”, comentó en la rueda de prensa posterior a su triunfo en Albany, alejada de los lugares comunes y los tópicos habituales de otros deportes. En ella, recordó que debutó como profesional con solo 22 años, “era un novato que llegaba de un pequeño pueblo y se encontró en medio del gran escenario del golf mundial. Fue un cambio grande que he necesitado tiempo para asimilar”.

Su brillante triunfo en Bahamas le ha hecho volver al sexto puesto en la clasificación mundial y le ha permitido poner un gran colofón a un año que tuvo en la Ryder Cup su momento culminante, “el más emotivo de mi carrera”, como volvió a repetir. Ganó a Tiger Woods y ha ganado el torneo de Tiger, “que ha hecho todo para que el golf esté donde está”.

Sus victorias en el CareerBuilder, el Open de España y el Hero World Challenge le permiten mantener un ritmo impensable cuando dio el salto al profesionalismo. “Ojalá pudiera ganar tres torneos cada año”, apuntó después de recordar que había cumplido “de forma importante” los objetivos del año “que quiero guardarme para mí”. Sus ganancias se han extendido por encima de los siete millones y medio de dólares, sumando los dos circuitos, pero por encima del dinero está la satisfacción de cumplir las ambiciones de un deportista que cada vez que sale a un campo lo hace para ganar, incluso en Bahamas.

Este año se ha implicado en labores solidarias y así, por ejemplo, Rahm y Patrick Cantlay acumularon 23.500 dólares con sus birdies para ayudar a las víctimas de los incendios de California. Además, el 22 de diciembre apadrinará en Meaztegi la final del Seve&Jon golf for kids, una iniciativa con la que quiere honrar la figura del golfista cántabro “sin el que yo no estaría jugando al golf”. “Me gustaría ayudar a que mucha más gente se acerque a nuestro deporte y lo practique. Me gustaría que dijeran que fui alguien que hizo crecer el golf”, respondió cuando le preguntaron por el legado que quería dejar. Sí, el legado a un jugador que acaba de comenzar y que de cara al próximo año, que arrancará de nuevo en el Sentry Tournament de Hawai en la primera semana de enero, se planteará las mismas preguntas: “¿Qué quiero? ¿Por qué lo quiero? ¿Para qué lo quiero?”. Las respuestas marcarán el camino de Jon Rahm, que gana en madurez para seguir afrontando retos como deportista y como persona.

TorneoPuesto

Sentry Tournament2º

CareerBuilder Challenge1º

Farmers Insurance Open29º

Waste Management Open11º

AT&T Pebble Beach26º

WGC México20º

WGC Match-Play52º

Masters de Augusta4º

Open de España1º

Zurich Classic (parejas)Corte

The Players Championship63º

Fort Worth Invitational5º

US OpenCorte

Open de France5º

Irish Open4º

The Open Championship Corte

WGC Bridgestone Invitational17º

PGA Championship4º

The Northern TrustCorte

Dell Technologies43º

BMW Championship24º

Tour Championship11º

Ryder CupCampeón

WGC HSBC Champions22º

DP World Tour Championship4º

Hero World Challenge1º