madrid - El Athletic no volverá a disputar un partido oficial hasta el 15 de septiembre, cuando reciba en San Mamés al Real Madrid, porque el encuentro previsto para el próximo sábado frente al Rayo Vallecano ha sido suspendido por razones de seguridad dado el mal estado que presenta el estadio de Vallecas. La Comunidad de Madrid, propietaria del recinto, comunicó ayer LaLiga su resolución de no celebrar ningún evento deportivo con asistencia de público desde el 1 de septiembre hasta, probablemente, mediados de octubre.

La decisión del cierre del estadio se toma para que la empresa encargada de las obras que se están llevando a cabo en el recinto desde el 4 de junio pueda terminar sus trabajos y se garantice la total seguridad de todos los espectadores.

El objetivo que se persigue es que el estadio no vuelva a abrir al público con desperfectos sin subsanar, suciedad en los aseos y asientos y ausencia de iluminación en ciertas partes del recinto, como ya ocurrió en la primera jornada de Liga frente al Sevilla.

Para este partido y los siguientes afectados del mes de septiembre, LaLiga trabajará para encontrar la solución más satisfactoria posible para todas las partes, informa en un comunicado. Los encuentros en los que el Rayo Vallecano tendría que buscarse otro estadio, jugar esos partidos como visitante cambiando el orden del calendario o a puerta cerrada serían ante Athletic (próximo domingo), Alavés (22 de septiembre) y Espanyol (28 de septiembre).

Las alarmas se encendieron el pasado 19 de agosto. Al término del encuentro entre el Rayo y el Sevilla, un niño de cuatro años se precipitó por el hueco de una valla en uno de los fondos del Estadio de Vallecas. El menor cayó a una fosa de entre un metro y un metro y medio de profundidad en la que se apilaban ladrillos, escombros y diferentes restos de las obras que se están acometiendo en el feudo del equipo madrileño. El suceso, que terminó en un susto, llevó a la Comunidad de Madrid a revisar y extremar la seguridad del estadio.

Sorpresa del rayo A través de un comunicado en su página web, el Rayo mostró su “sorpresa” por el cierre de su estadio. “La sorpresa por parte del club proviene del hecho de que en las reuniones previas mantenidas con la Comunidad de Madrid, al comienzo de las obras que se están acometiendo para la subsanación de la ITE (durante los meses de abril y mayo de 2018), en todo momento se nos garantizó que no habría problema alguno que interfiriera en la celebración de los partidos mientras se acometiesen tales obras”, reseña el Rayo en su comunicado.

Para el club madrileño, ha sido “en estos momentos” cuando les han informado de “unas circunstancias sobrevenidas que requieren una intensificación de los trabajos”.

Durante el duelo ante el Sevilla, los socios se quejaron en las redes sociales de la suciedad en las butacas y en los baños y la presencia de escombros en las gradas. La Comunidad dijo entender entonces el enfado de los aficionados, pero afirmó que la presencia de este tipo de elementos en el campo era inevitable y achacó al club la responsabilidad. - DNA