silverstone - El sábado, en previsión de la lluvia que caería el domingo sobre el circuito de Silverstone, se adelantó el horario de la prueba de MotoGP del Gran Premio de Gran Bretaña, a fin de primar la celebración de este evento antes que los de Moto2 o Moto3. Los pronósticos se vieron finalmente superados. La carrera de MotoGP debió disputarse a partir de las 12.30 horas y, tras posponerla en varias ocasiones, fue alrededor de las 17.00 cuando se adoptó la decisión de suspender las tres carreras de la cita británica, que era la duodécima estación de las diecinueve que componen el tren mundialista. La causa fue la conjunción de la lluvia con un circuito que, aunque recién reasfaltado, era incapaz de drenar la cantidad de agua caída, lo que dejaba un trazado impracticable o, cuanto menos, de máximo riesgo.
Aunque se contempló la posibilidad de trasladar a hoy la celebración, la opción se deshechó debido a los problemas logísticos que se originarían. “Los pilotos la verdad es que teníamos casi todos claro que no queríamos correr, salvo Jack Miller, y la verdad es que nadie nos ha empujado a tomar una decisión diferente”, manifestó Jorge Lorenzo, autor de la pole y a lomos de una Ducati que viene de ganar las dos últimas carreras y viaja con esperanza de remontada. “La decisión ha sido la correcta”, acompasaba Marc Márquez, líder de MotoGP con 59 puntos de margen respecto a Valentino Rossi.
Sobre el debate de la adopción de la decisión de correr estaba la experiencia del grave accidente sufrido durante la jornada previa por Tito Rabat. El piloto catalán se fue al suelo tras patinar en el asfalto mojado y, mientras permanecía en la grava, recibió el impacto de la moto del también precipitado Franco Morbidelli. El golpe provocó a Rabat fracturas de fémur, tibia y peroné, y tuvo que ser trasladado al hospital en helicóptero para ser intervenido con carácter de urgencia.
Además de la posibilidad de patinar, los pilotos señalaban problemas técnicos derivados del contexto: los frenos de disco de carbono no alcanzaban temperaturas óptimas para frenar y los neumáticos, además de fríos, eran incapaces de drenar la cantidad de agua de la pista. Así, se antepuso la seguridad de los pilotos y Gran Bretaña se cayó del calendario. Espera San Marino, del 7 al 9 de septiembre.