Málaga - Javier Guillén vive con ilusión las horas previas al inicio de la carrera, una prueba que mantiene ese gusto por etapas curiosas, en busca del espectáculo, y en la que a pesar de las ausencias, considera que se garantiza calidad y pelea por suceder al británico Chris Froome en el maillot rojo.
“Siempre queremos tener a los mejores, y en ese sentido nos hubiera encantado que estuviera Mikel Landa en la Vuelta, pero es imposible porque la caída que sufrió en la Clásica de San Sebastián fue muy dura. Lo mismo podemos decir de Egan Bernal, pero el deporte es así y solo podemos desear que ambos se recuperen lo antes posible”, explicaba sobre las ausencias de algunos nombres reputados en el pelotón.
A pesar de la bajas, Guillén celebra una “muy buena participación, con lo mejor disponible del pelotón internacional”, y que garantiza una competición abierta y con emoción hasta el final, aspectos que no dejan de ser la seña de identidad de la Vuelta en las últimas ediciones y que han incrementado de forma evidente el interés por la carrera.
“Dadas las circunstancias es la mejor participación que podemos tener. Algunos corredores, como Froome y Dumoulin han doblado Giro y Tour, Geraint Thomas ha ganado el Tour y las caídas han eliminado a dos hombres importantes. No obstante, los que viene, que son muchos y destacados”, continuó.
Según explica el director de la ronda española, la presencia de Nairo Quintana, Vincenzo Nibali, Fabio Aru, los hermanos Simon y Adam Yates, Ilnur Zakarin, David de la Cruz y Enric Mas darán lustre a la competición hasta el último sábado, con la que puede ser jornada decisiva en Andorra. “A todos los que vienen les favorece el recorrido y por eso creo que vamos a ver una carrera con mucha calidad e incertidumbre. Mi deseo es que la Vuelta haga honor a su etiqueta de impredecible y esta participación lo hará posible”, analizó a los protagonistas.
Se trata de un recorrido “pensado para decidir al final, que incluye el tríptico de la Camperona, Praeres de Nava y lagos de Covadonga, luego una crono exigente y al final las jornadas de Andorra que pueden dar un vuelco a la general”.
Guillén dice sentirse “ilusionado con todas y cada una de las etapas”, pero señala dos jornadas que hacen honor este año a la idea de innovación y deseo de descubrir puertos nuevos, como Praeres en Asturias y Balcón de Bizkaia, “que dejarán buen sabor de boca y espero que pasen al imaginario de la Vuelta”.
La salida de Málaga también ilusiona al director de la Vuelta, que califica de “espectacular” el recorrido por la capital de la Costa del Sol, con la salida del Museo Pompidou, el paso de la crono inicial junto a la playa y la entrada en el corazón de la ciudad, en la calle Larios.
“Que haya emoción hasta el final y que no tengamos que sufrir accidentes ni incidentes extradeportivos. Estamos tranquilos porque tenemos las mejores fuerzas de seguridad del mundo y ellos son los que controlan la carrera. Y por lo demás espero que haya un gran ganador, como no podrá ser de otra forma con esta participación y este recorrido”, concluyó Guillén. - Efe