Barcelona - Después de muchas semanas de interrogantes, finalmente ayer se despejó la incógnita que ha rodeado a uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto español. Y es que el Barcelona anunció que Juan Carlos Navarro se integrará la próxima temporada en la estructura de la sección de baloncesto del club, por lo que el escolta cuelga oficialmente las botas a los 38 años, tras dos décadas en la élite marcadas por los éxitos y tras haber disputado su último partido precisamente contra el Baskonia en la semifinal de la pasada liga.
Hace un año, la entidad blaugrana y Navarro firmaron un contrato por diez años. El jugador se rebajaba considerablemente la ficha y entre él y el club decidirían, temporada a temporada, si seguía vistiendo de corto o pasaba a desempeñar otro papel dentro de la entidad.
La intención de Navarro era jugar una última campaña (la 2018-19) y retirase a los 39 años, pero el club ya le comunicó al final de la temporada pasada que no contaba con él para el próximo proyecto deportivo.
El escolta ha necesitado semanas para asumir una retirada a la que le ha abocado el club y que él mismo explicará “en una rueda de prensa que ofrecerá en las instalaciones barcelonistas”, según el comunicado barcelonista.
Nacido en Sant Feliu de Llobregat el 13 de junio de 1980, Navarro se formó en las categoría inferiores del Barcelona y su nombre saltó a la primera línea del deporte español en 1998, cuando formó parte de la histórica generación de los juniors de oro que ganaron el Mundial de la categoría ante Estados Unidos junto con su gran amigo Pau Gasol, entre otros.
Exponente del talento puro con sus apenas 1,92 metros de estatura e ideólogo del tiro a una mano conocido como la bomba, el escolta debutó con el primer equipo azulgrana en la temporada 1997-98 y fue creciendo hasta convertirse, seguramente, en el jugador más importante en la historia del club.
De forma paralela, fue junto con Gasol el gran líder de la mejor selección española de la historia, cuya camiseta vistió en 253 ocasiones, un récord difícilmente alcanzable, en los que anotó 2.801 puntos (11,1 de media).
En su botín con el equipo nacional figuran un total de diez medallas. Tres oros, en el Mundial 2006 y los Eurobasket de 2009 y 2011; cuatro platas, en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012 y los Eurobasket de 2003 y 2007; y tres bronces, en los Juegos Olímpicos de 2016 y los Eurobasket de 2001 y 2017, su último torneo de selecciones.
En cuanto al baloncesto de clubes, Navarro ha desarrollado toda su carrera con la camiseta azulgrana a excepción de una temporada, la 2007-08, cuando quiso probar suerte en la NBA y vistió la camiseta de Memphis Grizzlies batiendo el récord histórico de triples para un rookie en la mejor liga del mundo.
Las otras 20 temporadas de su carrera las ha desarrollado en el Barcelona, donde ha conquistado dos Euroligas, ocho Ligas ACB y siete Copas del Rey, entre otros títulos, tras disputar un total de 1.139 partidos y anotar 13.609 puntos con la zamarra blaugrana. Los últimos ejercicios, eso sí, su rendimiento ha caído en picado como consecuencia de los problemas físicos que le han afectado y el inevitable paso del tiempo. Ahora, Navarro tratará de extender a los despachos su sabiduría sobre la cancha para resucitar a la maltrecha sección de baloncesto, que apenas ha conquistado una Copa en los tres últimos años. - Agencias