afron - Lebron James es una maquina de hacer dinero. Desde que llegó a la NBA en 2003 ha ingresado 237 millones de dólares por jugar a baloncesto y acaba de firmar un contrato de cuatro temporadas con Los Ángeles Lakers a cambio de 154 millones. Según Forbes, el pasado curso se embolsó 85,5 millones, 33,5 dentro de las canchas y otros 52 en patrocinios.
LeBron James es también un as de los negocios. Su imagen solo la pueden comercializar empresas de primerísimo nivel como Nike (su línea de zapatillas es la más vendida de la liga), Coca Cola, Beats by Dre (fue uno de los primeros inversores de la empresa de productos de audio y se embolsó 30 millones cuando fue adquirida por Apple), Kia Motor, Intel, Verizon y Blake Pizza, de la que posee además 17 franquicias. También es dueño de la productora de series, películas y documentales SpringHill Entertainment, de la plataforma multimedia Uninterrupted y sus tentáculos llegan incluso al fútbol, pues fruto de su asociación con Fenway Sports Group es propietario del 2% del Liverpool.
Pero King James, además del rey de las canchas, es también un tipo solidario. Muy solidario, sobre todo en lo referente a su comunidad más cercana en Ohio y a la relación entre la infancia y la educación. Y no solo de palabra. Y tampoco firmando desde la distancia cheques para causas benéficas. James lleva más de una década enormemente involucrado en la mejora del sistema público de educación de Ohio y centrado sobre todo en el acceso a la escuela de las clases más desfavorecidas y de los niños y niñas con problemas de aprendizaje. Por ello, el pasado martes reconocía estar “ante uno de los momentos más importantes, sino el que más, de mi vida”. Y eso es mucho decir por parte de alguien que ha ganado tres anillos, cuatro MVPs, dos oros olímpicos, ha figurado doce veces en el mejor equipo de la NBA, en catorce All Stars?
Ese día, James inauguró en Akron, su ciudad natal, un colegio que, bajo el nombre I Promise School, escolarizará el próximo curso académico a 240 niños y niñas de tercer y cuarto grado (8-9 años). Año a año, la oferta de la escuela, fundada merced a un acuerdo entre la LeBron James Family Foundation y el Departamento de Educación Pública de Ohio, se irá expandiendo y en 2022 cubrirá toda la enseñanza primaria, del primer al octavo grado. Hace tres años, el jugador ya anunció su intención de invertir unos 41 millones de dólares para que los niños de las familias más desfavorecidas de Ohio no se quedaran descabalgados de la enseñanza pública y la apertura de este colegio es, hasta el momento, su proyecto más llamativo, aunque no el único. “Yo era uno de esos niños, así que sé exactamente por lo que están pasando hoy en día”, admitió el jugador tras la inauguración, reconociendo que en cuarto grado se vio obligado a perderse más de 80 días de clase por los constantes cambios de domicilio que tuvo que afrontar junto a su madre, Gloria, la única encargada de su educación. Pero James encontró entrenadores y tutores que no dejaron que se desviara del buen camino y de ahí le viene su obsesión por involucrarse en la educación de los críos en riesgo de exclusión social.
Para la primera promoción que estudiará en I Promise School, se ha tenido en cuenta a niños y niñas cuya capacidad lectora está uno o dos años por detrás de la media. El próximo curso, el colegio contará con un staff académico compuesto por 43 personas y cada clase no tendrá más de 20 alumnos. El año escolar se extenderá hasta el 17 de mayo, con un horario lectivo de 9.00 a 17.00 horas, con un curso veraniego posterior que abrirá sus puertas a diario. Cada estudiante gozará de matrícula gratis y también de uniforme, bicicleta, transporte hasta tres kilómetros, desayuno, comida y merienda, y los padres de los chavales tendrán a su disposición cursos de orientación laboral y facilidades para completar sus estudios elementales.
Pero sus planes no acaban ahí. James, que nunca fue a la universidad, pues aterrizó en la NBA directamente desde el instituto, llegó en 2015 a un acuerdo con la Universidad de Akron para crear una beca garantizada de cuatro años para los estudiantes del programa I Promise. La beca cubrirá la matrícula y la tarifa de servicio general, valorados en 9.500 dólares anuales. Según el Akron Beacon Journal, unos 2.300 niños podrían beneficiarse de estas becas. Los candidatos deberán graduarse en la escuela secundaria dentro del sistema de escuelas públicas de Akron, cumplir con los requisitos de evaluación estándar y haber prestado, además, servicios comunitarios.
DESDE UNA CARRERA DE BICIS Pero la labor filantrópica de James, casi siempre relacionada con la educación infantil y la defensa de los derechos de la población negra -en 2016 donó 2,5 millones de dolares al Museo Nacional de Arte y Cultura Afroamericana para impulsar una muestra sobre Muhammad Ali- viene de más atrás. En 2005, con solo 20 años, comenzó a organizar una marcha solidaria en bicicleta por Akron para recoger donativos para diferentes causas. Aquella iniciativa derivó en unos campamentos veraniegos de una semana con clases de lectura y tecnología para 360 niños a punto de ingresar en tercer grado, con especial atención para los procedentes de familias monoparentales o necesitados de ayuda adicional. Quienes completaban el curso recibían un ordenador portátil, útiles escolares y una bicicleta.
A partir de entonces, la Lebron James Foundation comenzó a trabajar con distintas organizaciones como After School All Stars, en un programa que trabaja en la educación y actividades extraescolares de más de 800 chavales; Onexone, que se centra en proporcionar cuidados sanitarios, comida, agua, educación y ocio a los más necesitados; o Children’s Defense Fund, que reivindica los derechos infantiles. En su día, James fue mundialmente criticado por montar un espectáculo televisivo alrededor de su decisión de abandonar Cleveland para recalar en Miami. Lo que muchos no saben es que aquel show fue orquestado por la ESPN, el presentador Jim Gray y el entorno del jugador y que LeBron solo dio el sí definitivo cuando todas las partes recogieron en un contrato que hasta el último centavo recaudado por el programa iría destinado a programas caritativos que él mismo elegiría. Se recaudaron un total de 3,5 millones de dólares que fueron a parar a distintos organismos dedicados a la ayuda infantil. 2,5 fueron para Boys & Girls Clubs of America y con el dinero se pudieron renovar muchos de sus centros y escuelas además de comprar más de mil ordenadores para 59 sucursales.
El pasado mes de julio, LeBron volvió a romper el corazón deportivo de todo el estado de Ohio al abandonar los Cleveland Cavaliers para firmar por los Lakers, pero ha vuelto a demostrar con hechos que no se olvida de la comunidad que en su día le ayudó a crecer y a cumplir sus sueños. “Ahora es mi turno”, aseguró emocionado el martes mientras abría las puertas de un colegio en cuyo recibidor los niños encontrarán dos murales con un mensaje para que puedan seguir su ejemplo, no en el baloncesto, sino en la vida: “Prometo que trabajaré fuerte, nunca me rendiré, daré lo mejor de mí mismo, soñaré a lo grande, me mantendré en pie, tendré éxito y seré fuerte”.