Landa -Murgía, 13 de diciembre de 1989- espera un recorrido exigente y señala a Froome como el rival que destaca entre un grupo de otros corredores conocidos. En una entrevista facilitada por el equipo, alaba a sus compañeros.
¿Cómo se está desarrollando la temporada y la preparación del Tour?
-Ha sido un año bastante tranquilo hasta ahora. El inicio de temporada lo planificamos para hacer una Vuelta al País Vasco y estar ayudando Alejandro en las clásicas de las Ardenas, que no las conocía bien. Saqué un buen feeling de allí, y a partir de entonces hemos pensado solo en el Tour. Después de las clásicas descansé un poco y me marché a la altitud de Navacerrada durante veinte días volviendo a la carga de entrenamientos y con el objetivo de coger una buena base, puertos largos y muchas horas, para luego afinar ese estado de forma con la competición en la Vuelta a Suiza. Antes del Tour voy a estar también unos días en Pirineos, para conocer bien esas tres etapas y aprovechar para hacer los últimos días de entrenamiento en montaña. Llego con 30 días de competición pero al margen de la cifra, la aproximación al Tour para mi va a ser totalmente diferente. Los dos últimos años he llegado después de correr el Giro. Ahí vienes de un estado de forma máximo y solo tienes que aguantar la forma. Este año voy de manera más progresiva y confío en que eso me haga llegar más fresco a la parte final.
¿El objetivo es estar en lo más alto?
-El objetivo es pelear por algo importante hasta el último día. La aspiración debe ser máxima. Me gustaría disputar el Tour, pero luego veremos hasta dónde se puede llegar. El año pasado me quedé muy cerquita del podio y eso me hace soñar con que puedo estar disputándolo. Llego en un buen momento, con las pilas cargadas y muy ilusionado y motivado.
¿Froome es el rival a batir?
-Froome es el máximo favorito. Viene de ganar el Giro, lo ha terminado muy bien y seguro que en el Tour también está muy fuerte. Ha ganado cuatro Toura y es el máximo candidato. Seguramente empiece muy bien y veremos si en la última semana paga el esfuerzo del Giro. Con él, el Sky asumirá el mando de la carrera como en los últimos años. Pero hay otros muchos favoritos: Porte, Urán, Bardet, Nibali? Creo que hay rivales muy potentes que van a hacer que la carrera no se centre solo en Froome.
Se está hablando de la confluencia de líderes en el Movistar.
-La armonía con los otros líderes del equipo seguro que va ser buena. Con Nairo ya he corrido dos vueltas de una semana y nos hemos entendido bien; con Alejandro he coincidido menos, pero es una persona con la que enseguida te entiendes. Tenemos un equipo muy competitivo y eso ayudará a que todo sea más fácil. Tenemos un equipo muy equilibrado, muy completo, con gente muy capacitada, de lo mejor que se puede encontrar ahora mismo en el pelotón para cada terreno. Es un equipazo, uno de los más fuertes, sino el que más de la carrera.
¿Qué análisis hace del equipo con el que auden a la carrera?
-Nairo es un líder nato, un escalador de los mejores del mundo, que para arriba es capaz de dinamitar cualquier carrera. Valverde es otro gran líder que puede destacar en cualquier terreno. Dentro de los candidatos a ganar una grande, es el corredor más completo. Rojas es un gregario de lujo. Peleó por victorias individuales y ahora está en otra faceta de ayuda al equipo y está siempre donde tiene que estar. Erviti resulta un gran apoyo en esas etapas más llanas en la que la gente de la general necesitamos gente como él que nos lleve casi de la mano. Amador, como Soler, es un corredor muy completo, muy fuerte para la crono por equipos. Seguro que será muy útil en las etapas llanas y en la media montaña. Finalmente, Bennati es un gran rodador y con mucha experiencia. Nos va a ayudar muchísimo en los finales llanos, con viento.
¿Qué le parece el recorrido?
-Es un recorrido muy exigente, tiene un trazado muy completo. La primera semana tiene muchas trampas que hay que salvar para poder ganar el Tour. Luego tiene dos semanas con mucha montaña y una crono final que quizás no vaya a ser decisiva, pero que para nosotros es bueno que llegue el penúltimo día y que sea bastante quebrada. He visto la etapa del pavés. Creo que era importante tener una toma de contacto con el adoquín antes de la carrera. Por lejanía, las etapas de Alpes no he tenido la ocasión de verlas, pero conocemos ese terreno bien. Y estas semanas previas voy a ver las etapas de Pirineos, especialmente esa etapa corta que seguro que va a marcar diferencias. Es un día diferente al que no estamos acostumbrados y seguramente será un poco loco. La crono sí la he visto porque me pilla bastante cerca de casa. Creo que va a estar muy marcada por las fuerzas con las que cada uno llegue a ese día. Tiene muchos cambios de ritmo y puedes pagarlo.
¿Qué recuerdos tiene del Tour?
-Yo me enganché al ciclismo con el Tour, viendo a Mayo, Zubeldia, Beloki y compañía disputando aquellas ediciones, de 2003 y 2004 en adelante. Recuerdo verlas con mi padre. El año pasado conocí la cara amable del Tour. Disfruté mucho porque es una carrera que te da mucho nombre.
¿Quedó a tan sólo un segundo del podio final, cuarto en la general?
-En el momento no le di mucha importancia. En ningún momento me había visto en el podio del Tour y por eso no me sentía defraudado por no haberlo conseguido. Con el tiempo sí le he dado más vueltas y me hubiera encantado haber estado ahí. Me dio pena y rabia, pero al mismo tiempo me ha motivado más para trabajar e intentar estar ahí este año. - DNA