moscú - Argentina recibió el pasado mes de enero la visita de diez ultras rusos, siete de ellos seguidores del Zenit de San Petersburgo y los tres restantes del Dínamo Moscú. No fue un viaje casual, ya que todo estaba organizado por los distintos líderes de las barras bravas de varios equipos argentinos: Boca Juniors, San Lorenzo, Vélez Sarsfield y Nueva Chicago.

En los diez días en los que permanecieron en el país suramericano, los rusos asentaron las bases de una alianza con los argentinos, a quienes ofrecerán alojamiento y manutención durante la disputa del Mundial, con el claro objetivo de perseguir a los hooligans ingleses.

Las reuniones fueron descubiertas por Tribuna Segura, un programa creado por el Ministerio de Seguridad del gobierno de Argentina para mejorar la seguridad en el fútbol del país. En la primera reunión, los ultras rusos se citaron con Rafael Di Zeo, líder de la 12, la barra brava de Boca.

Si bien no han trascendido imágenes de aquel encuentro, medios argentinos como Infobae lograron otras pruebas gráficas de alguna cena entre los radicales llegados de Rusia y los argentinos. Asimismo, la Policía de Argentina multó a los diez ultras rusos al intentar acceder a La Bombonera con carnés prestados por miembros de los barras bravas locales, algo prohibido.

A la espera de ver cómo se suceden los acontecimientos en los próximos días, desde el país suramericano apuntan la fecha del 21 de junio como posible foco de violencia. Ese día, en Nóvgorod se enfrentan Argentina y Croacia y el 24, Inglaterra y Panamá. Pese a que la selección argentina tiene su base de operaciones en Moscú y la inglesa en San Petersburgo, la cercanía en fechas de ambos encuentros podría hacer saltar las alarmas ante posibles incidentes. Según informaciones publicadas en distintos medios de Argentina, se espera que entre los aficionados que se desplacen a Rusia haya 280 miembros de distintas barras. Asimismo, tampoco se descarta que ultras serbios formen parte de la alianza. - A. Martínez