El dominador absoluto del fútbol italiano en su última época trae al madridismo los buenos recuerdos de las dos finales ganadas, la de 1998 en Amsterdam con el tanto de Pedja Mijatovic y la goleada en Cardiff en uno de los mayores recitales que se recuerda en una final (1-4).
Pero también tiene pasajes oscuros, siendo la Juventus el último equipo que eliminó al Real Madrid en Champions, en las semifinales de 2015 y saliendo victorioso de los enfrentamientos en las cuatro últimas eliminatorias europeas.
El equipo de Zinedine Zidane vuelve a encomendarse a su líder, el portugués Cristiano Ronaldo, que siempre marcó a la Juventus con el Real Madrid. Sus siete goles en cinco partidos le convierten en la gran pesadilla del conjunto transalpino y especialmente del veterano Gianluigi Buffon, al que se le agota el tiempo para la conquista del título que le falta, la Liga de Campeones.
Con todo enfocado para optar a la tercera Champions consecutiva en la casa blanca y una clara transformación del equipo en las grandes citas, Zidane podrá alinear su equipo de gala en Turín. El técnico salió victorioso del exigente duelo ante el que se presentaba como heredero al trono, el PSG, y llega a la cita tras asegurar que seguirá la próxima temporada aunque la actual terminase sin la conquista de un título grande.
En la eliminatoria ante el PSG la BBC dejó de ser intocable y uno de sus integrantes, el galés Gareth Bale, cambió su rol para ser suplente. Su presencia, la de Isco Alarcón, Lucas Vázquez o Marco Asensio, es la gran duda por despejar en el once de Zidane, en función del partido que desee jugar el técnico francés.
Mientras, la Juventus buscará imponer la ley de su estadio, donde lleva 27 partidos europeos sin derrotas. El Juventus Stadium es el auténtico fortín del conjunto bianconero, que solo perdió uno de los últimos 75 partidos disputados en casa, entre todas las competiciones. Estará completamente lleno y la Vecchia Signora buscará confirmar sus estadísticas favorables en las eliminatorias de ida y vuelta contra el Madrid, que le vieron salir ganador en las últimas cuatro ocasiones, en 1996, 2003, 2005 y 2015.
Los turineses no podrán contar ni con Pjanic ni con Benatia, de baja por acumulación de tarjetas amarillas, y están además pendientes de las condiciones del brasileño Álex Sandro y del croata Mario Mandzukic, ambos tocados. En este contexto, Allegri debería apostar por un 4-3-3 en el que Mattia de Sciglio, Andrea Barzagli, Giorgio Chiellini, completamente recuperado de su problema muscular, y el ghanés Kwadwo Asamoah formarán la línea defensiva.
Allegri apostará por un centro del campo más abrigado, con el alemán Sami Khedira, el francés Blaise Matuidi y uno entre Claudio Marchisio, importante para crear juego, o el uruguayo Rodrigo Bentancur, que garantiza un intenso trabajo defensivo. En la delantera, será la hora de la denominada HD, formada por los argentinos Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala, que suman 22 goles cada uno en esta campaña, acompañados por el brasileño Douglas Costa. - Efe