ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Carlos Isaac (m. 63, Diego Costa), Savic, Godín, Lucas; Gabi, Thomas (Toni Moya, m. 88), Saúl; Koke; Correa y Gameiro (Fernando Torres, m. 72).
DEPORTIVO: Rubén Martínez; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Luisinho; Emre Çolak (Bakkali, m. 76), Guilherme, Mosquera, Sulley Muntari (Borja Valle, m. 63); Adrián López (Andone, m. 82); y Lucas Pérez.
Gol: 1-0: Min. 34; Gameiro, de penalti.
Árbitro: Trujillo Suárez (C. Tinerfeño). Amonestó a los locales Carlos Isaac y Diego Costa y al visitante Luisinho.
Incidencias: Wanda Metropolitano, 49.351 espectadores.
Madrid - Un penalti dudoso a la media hora, transformado por el francés Kevin Gameiro, definió anoche el triunfo del Atlético de Madrid, que despachó con altibajos, sin exprimirse y con algunos apuros su duelo contra el Deportivo, que tuvo sus momentos, frenados por Jan Oblak o su falta de puntería.
Una victoria contra la presión, ejercida por detrás por el Real Madrid y el Valencia, con el derbi ya a la vista en el Santiago Bernabéu, y contra los contratiempos que padece el Atlético en los últimos tiempos, ayer con sólo trece jugadores del primer equipo disponibles, incluido Diego Costa, tocado en el banquillo.
Con seis bajas entre lesiones y sanciones, con Carlos Isaac como debutante en el lateral derecho, con el dato añadido de que once de los 18 convocados eran jugadores surgidos de la cantera y con la sensación de que también pudo empatar, tuvo más valor el triunfo del Atlético, que enlazó su octava victoria en el Wanda Metropolitano, las ocho sin un solo gol en contra, mientras aguarda nuevos desafíos, aún lejos del Barcelona -a nueve puntos-, y defiende su segunda posición, con cuatro puntos todavía de garantía.
Entre tanto, con tramos de inquietud, pero como una rutina más en este campeonato, doblegó al Deportivo, ya en su serie de partidos sin ganar, 15, más larga de sus 46 cursos en Primera, golpeado por los resultados, por su distancia ya de ocho puntos respecto a la permanencia y por un partido en el que dio la cara, compitió, mereció más durante un buen rato del choque y tuvo su momento.
No lo aprovechó Lucas Pérez. Ni en un duelo individual contra el esloveno Jan Oblak ni luego en un cabezazo a centro de Luisinho desde la banda derecha rojiblanca, el lugar por donde más sufría en ese momento.
Era ya mediado el primer tiempo, cuando mejor se sentía el Depor sobre el terreno, cuando más dudas demostraba el Atlético, que ya había alterado su sistema al 4-4-2, con apenas solo una parada del portero Rubén Martínez, hasta que cambió todo en un penalti señalado por Trujillo Suárez, en una pugna entre Pedro Mosquera y Saúl que no pareció tanto como para la pena máxima. - I. Dufour