CELTA: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral (Min. 87, Rocanglia), Sergi Gómez, Jonny; Wass, Lobotka, Radoja (Min. 65, Hernández), Pione Sisto (Min. 46, Emre Mor); Iago Aspas, Maxi Gómez.

EIBAR: Dmitrovic; Rubén Peña (Min. 72, Capa), Paulo, Arbilla, Cote; Alejo (Min. 60, Pedro León), Pape Diop, Jordan, Inui; Kike García, Charles.

Goles: 1-0: Min. 56; Iago Aspas; 2-0: Min. 79; Maxi Gómez.

Árbitro: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Amonestó a Cabral, Radoja, del Celta; y a Pape Diop, Jose Ángel y Paulo, por el Eibar.

Incidencias: Balaídos, 15.383 espectadores.

vigo - Un gol de Iago Aspas en el arranque del segundo tiempo, seguido por otro de Maxi Gómez, permitieron al Celta reencontrarse con la victoria ante el Eibar, en un partido en el que el conjunto armero pagó caro su falta de efectividad en el primer tiempo, ya que a raíz del tanto celeste desapareció del campo.

Salió dormido el Celta, sin respuesta a la asfixiante presión del Eibar en la zona de creación. El Eibar dominó el juego y disfrutó de la primera ocasión clara con un remate de Jordan, en el minuto diez, al que respondió Rubén Blanco con una gran mano. Raccionó el Celta con un disparo alto de Pione Sito y un pase entre líneas de Aspas para Maxi Gómez, al que se anticipó Dmitrovic.

Esas dos llegadas dieron algo de aire al Celta, que siguió teniendo problemas para desplegar su fútbol de toque. Aun así, volvió a generar peligro con un remate de Pione Sisto que se fue por encima del larguero.

No estaba cómodo el Celta y el Eibar le hacía daño cada vez que pisaba su área. Paulo Oliveira rozó el gol con un cabezazo que salió ligeramente desviado, aunque la oportunidad más clara la tuvo el japonés Takashi Inui al filo del descanso con un remate con el interior en el área pequeña que se le fue alto.

Unzué movió ficha en el descanso. Dejó en el vestuario a Pione Sisto y metió a Emre Mor, activo y desequilibrante desde el arranque. Entre él y Jonny crearon la jugada que finalizó Aspas, con un sutil toque, para batir a Dmitrovic. Corría el minuto 55 y el Eibar recibía un castigo excesivo.

El tanto hizo mucho daño al equipo de Mendilibar, que incomprensiblemente desapareció del partido. Perdió protagonismo en el centro del campo y casi ni llegó al área rival.

Fue un querer y no poder del Eibar, al que el Celta golpeó de nuevo en la recta final, después de una carrera de Hugo Mallo por la banda derecha que finalizó con un potente disparo Maxi Gómez para asegurar un triunfo que permite a los suyos desbancar a los armeros de la séptima plaza. - Efe