Las cosas, como son. El All-Star Game, la actividad principal del fin de semana de las estrellas de la NBA, se había ido convirtiendo en los últimos años en una charlotada infame. El factor lúdico siempre había brillado con luz propia en el duelo que anualmente enfrenta a los mejores jugadores de la Conferencia Este con lo del Oeste, pero lo de las últimas ediciones no había ya por dónde cogerlo. Marcadores cercanos a los 200 puntos, ausencia absoluta de tensión defensiva, carrusel insulso de mates sin ninguna oposición, triples desde el centro de la cancha, incluso jugadores tirándose al suelo ante la penetración de un rival. Un espectáculo, sí, pero mucho más cercano al que ofrecen los circenses Harlem Globetrotters que a lo que puede y debe esperarse de la competición más puntera del planeta y de las estrellas más rutilantes del firmamento baloncestístico.

Fueron los propios jugadores, encabezados por el veterano Chris Paul, los primeros en ser conscientes de la devaluación del All-Star Game. “Tenemos que hacer algo”, le dijeron en una reunión a Adam Silver, comisionado de la NBA, y el proceso de búsqueda de soluciones, en el que ha intervenido activamente Michael Jordan, ha acabado con un nuevo formato de partido. Se acabaron los duelos del Este contra el Oeste. En la madrugada del domingo al lunes (02.00 horas), los que saltarán a la cancha del Staples Center de Los Ángeles serán el equipo de LeBron James y el equipo de Stephen Curry. El proceso de selección se ha mantenido igual. El público, los periodistas y los propios jugadores eligieron los titulares y los entrenadores se encargaron de los reservas, pero los dos jugadores más votados, que acabaron siendo el alero de los Cavaliers y el base de los Warriors, se repartieron al resto de 22 all stars como si fuera un draft privado. O como se hacía en el recreo, ya fuera echándolo a pies o a pares o nones. En este caso, como jugador más votado, arrancó Lebron, luego le siguió Curry, posteriormente otra vez James... Y así hasta el final. Con esta nueva fisionomía, se espera un duelo más atractivo, con más piques y ganas de competir.

No fueron pocas las voces que pidieron que, por el morbo implícito, ese proceso de selección se hiciera con luz y taquígrafos, pero la NBA no estuvo por la labor. Se ha sabido que, con la primera elección, LeBron se llevó a Kevin Durant, compañero de Curry en Golden State; que el más bajito de los Splash Brothers apostó por su deseo se compartir equipo algún día con Giannis Antetokounmpo, The Greek Freak... Sobre el papel, parece que James tiene más talento como general manager, pues su equipo acumulaba en un principio un mayor potencial, aunque las lesiones se han cebado con su plantel, con hasta cuatro bajas de primerísimo nivel: DeMarcus Cousins, Kristaps Porzingis, John Wall y Kevin Love.

Eso sí, las elecciones de LeBron han formado un equipo llamativo. Él mismo volverá a jugar junto a Kyrie Irving, que en verano se negó a seguir en Cleveland para marcharse a Boston. También volverán a vestir la misma camiseta Durant y Russell Westbrook, antes compañeros y hermanos en Oklahoma City y ahora enemigos irreconciliables. La NBA ha apostado por estas rencillas para revitalizar un evento que corría el riesgo de colapsar. Toca ver ahora cómo se comportan las estrellas en el recreo.

Habilidades. Lauri Markkanen (Chicago), Andre Drummond (Detroit), Joel Embiid (76ers), Al Horford (Boston), Jamal Murray (Denver), Lou Williams (Clippers), Spencer Dinwiddie (Brooklyn) y Buddy Hield (Sacramento).

Triples. Eric Gordon (Houston), Klay Thompson (Warriors), Paul George (Oklahoma), Bradley Beal (Washington), Kyle Lowry (Toronto), Wayne Ellington (Miami), Devin Booker (Phoenix) y Tobias Harris (Clippers).

Mates. Donovan Mitchell (Utah) Larry Nance (Cavs), Dennis Smith (Dallas) y Victor Oladipo (Indiana).

Team LeBron. Kyrie Irving (Boston), LeBron James (Cleveland), Paul George (Oklahoma), Kevin Durant (Warriors), Anthony Davis (New Orleans) -quinteto inicial- LaMarcus Aldridge (San Antonio), Bradley Beal (Washington), Russell Westbrook (Oklahoma), Victor Oladipo (Indiana), Andre Drummond (Detroit), Kemba Walker (Charlotte) y Goran Dragic (Miami). Técnico: Dwane Casey (Toronto).

Team Curry. Stephen Curry (Warriors), James Harden (Houston), DeMar DeRozan (Toronto), Giannis Antetokounmpo (Milwaukee), Joel Embiid (Philadelphia) -quinteto inicial- Damian Lillard (Portland), Jimmy Butler y Karl Anthony Towns (Minnesota), Klay Thompson (Warriors), Al Horford (Boston), Kyle Lowry (Toronto), y Draymond Green (Warriors). Técnico: Mike D’Antoni (Houston).