PyeongChang - La sueca Charlotte Kalla se convirtió ayer en la primera campeona olímpica de los Juegos de invierno de PyeongChang, al ganar la prueba de skiatlón de esquí de fondo, en la que la noruega Marit Bjoergen, que fue segunda, mejoró a los 37 años su propia plusmarca absoluta de medallas olímpicas invernales.
Kalla, nacida hace 30 años en Norrbotten, cubrió el recorrido, de 15 kilómetros -siete kilómetros y medio en estilo clásico y otros tantos en estilo libre-, en 40 minutos, 44 segundos y nueve décimas y ganó con siete segundos y ocho décimas de ventaja sobre Bjoergen, que mejoró su propio récord absoluto de medallas en Juegos Olímpicos invernales, elevándolo a seis de oro, cuatro de plata y una de bronce. Al ganar el primer oro de la 23ª edición de los Juegos Olímpicos de invierno, inaugurados el viernes en PyeongChang, la sueca aumentó a seis su propia nómina de medallas olímpicas, pero ya puede presumir de haber sido campeona en tres Juegos diferentes, después de haber ganado asimismo los diez kilómetros libres en los de Vancouver 2010 (Canadá) y el relevo 4 x 5 en Sochi (Rusia), hace cuatro años. Kalla -cuyas otras tres medallas son de plata: una de ellas en Vancouver y las otras dos en la cita invernal rusa de hace cuatro años- se mantuvo en el grupo cabecero durante la parte de estilo clásico e impuso su ley en el último tercio de la de libre.
La noruega Heidi Weng -que acabaría novena- salió primera, por delante de sus compatriotas Ingvid Flugstad Östberg -undécima al final- y Björgen; del pit stop, en el que las competidoras cambian de esquís. Charlotte Kalla atacó a falta de dos kilómetros y medio y entró destacada en meta. Su latigazo provocó la selección definitiva, en la que Bjoergen impuso, por detrás, su veteranía y calidad, para deshacerse de la finlandesa Krista Parmakoski y otra sueca, Ebba Andersson, que por ocho décimas perdió el bronce, en favor de la anterior.
La estadounidense Jessica Diggins y la suiza Nathalie Von Siebenthal acabaron descolgándose del grupo perseguidor en el brutal repecho del último kilómetro y firmaron los puestos quinto y sexto.
histórico En una prueba en la que brilló Kalla, pero en la que fortaleció aún más su condición de leyenda viva la incombustible Björgen, nacida hace 37 años en Trondheim, cuya voracidad no conoce límites. La noruega, dieciocho veces campeona en mundiales -en los que suma otras cinco platas y tres bronces-, que marcha décima esta temporada en la general de Copa del Mundo, tenía claro que el objetivo estaba en PyeongChang.
Porque Bolas de Cristal ya tiene de sobra: cuatro grandes y ocho pequeñas -de ellas cinco de sprint, en la que nadie iguala sus 29 victorias-. Y si su palmarés es escalofriante en líneas generales, su récord de triunfos en la Copa del Mundo es, sencillamente, estratosférico: 109.
Marit Bjoergen ganó su primer trofeo olímpico hace 16 años, en Salt Lake City (Estados Unidos, donde integró el relevo noruego que ganó la plata en el 4 x 5. Cuatro años después, repitió plata en los Juegos de Turín (Italia), al acabar segunda en los 10 kilómetros, estilo clásico. Y a partir ya enchufó la directa, saliendo como gran triunfadora tanto de los Juegos de Vancouver, como de los celebrados en Sochi.
En Canadá ganó tres oros (esprint, persecución y relevo), una plata (30 kilómetros, clásico) y un bronce (en los 10 kilómetros, libre). Y en Sochi, con tres oros (30 libres, relevo esprint y skiatlón) igualó las diez medallas de la rusa Raisa Smetanina y Stefania Belmondo. Convirtiéndose, de este modo, en la más laureada, porque ninguna de las anteriores era séxtuple campeona olímpica. - Efe