DUBAI - Al fin se arremolinaron los velocistas en Dubái, al menos los que de mayor ascendente, a falta de Fernando Gaviria, disfrutando de su batir de alas al otro lado del mundo.
En el desierto, en avenidas interminables y artificiales, los viejos enemigos se citaron a todo trapo. Sin Groenewegen, que fue líder el primer día, y se quedó en el arcén por un problema que le descabalgó de una pelea a codazos, el lenguaje de los esprinters, se enzarzaron los más rápidos.
Se encontraron luchando por el triunfo: Cavendish, Kittel, Viviani, Kristoff, Bouhanni, Colbrelli... Todos armados para lanzarse hacia una victoria, que cotiza muchísimo desde el comienzo, más si cabe entre los velocistas, que tienen un empuje similar al de los delanteros centros, tipos que solo viven por y para los festejos.
Después de que Degenkolb luciera la sonrisa en la Challenge, el turno fue para Mark Cavendish (Dimension Data), que rastrea las 150 victorias en su palmarés, construido a toda velocidad.
El de la Isla de Man aceleró más que nadie por el centro de la carretera y lanzó un puño de rabia para firmar su estreno en el presente curso. Bohuanni (Cofidis) fue segundo y Kittel (Katusha), tercero. Viviani continúa en el liderato. - C. Ortuzar