Duración: 60:25 minutos de juego.

Saques: 1 de Olaizola II (tanto 7) y 3 de Laso (tantos 4, 5 y 9).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 488 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 11 de Olaizola II, 11 de Laso y 2 de Albisu.

Errores: 3 de Olaizola II, 3 de Imaz, 3 de Laso y 5 de Albisu.

Marcador: 0-1, 4-1, 4-2, 10-2, 10-5, 13-5, 13-6, 14-6, 14-16, 15-16, 15-17, 20-17 y 20-22.

Botilleros: No hubo botilleros al ser las dos parejas de la misma empresa, Asegarce.

Apuestas: Se cantaron posturas de salida de 100 a 80 a favor de Olaizola II-Imaz.

Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Beotibar de Tolosa. Lleno. En el primer partido, Mendizabal III-Lasa IV ganaron a Elordi-Merino (14-18). En el tercero, P. Etxeberria-Jaunarena vencieron a Gorka-Salaverri (10-22).

TOLOSA - “Si no eres valiente, si no entras de aire, no vas a ganar nunca. Con este material, hay que entrar al aire”. Lo decía Unai Laso mientras aún le temblaban las piernas. Él mismo reconocía en el Beotibar de Tolosa, lleno, que paladeaba su nombre, que todavía no se podía creer lo que había pasado. Era su primer enfrentamiento contra Aimar Olaizola, leyenda viva, uno de los pelotaris más importantes de la historia de la mano profesional. Unai, neófito, amasijo de nervios, puntillero de poder, asomó descarado antes. Después, llegaron los nervios del ganador. La gracia le viene de la falta de miedo escénico. Ante nada. Ante nadie. Pura valentía. De ahí, de su segunda jornada en el Parejas, salió la victoria de su combinación. También influyó el factor Albisu. El guardaespaldas, un pegador, un poder nacido de las fauces de la naturaleza, se desnudó en la segunda mitad, estableciendo un poder sobre Ander Imaz que anunció revolución. El buen hacer de los azules en el acto definitivo eliminó un inicio más bien gris, en el que Aimar Olaizola fue dueño y señor: un capo imperial en una tarde de gloria. Su comienzo, espumoso, de feria, vestido de esmóquin en el Beotibar, fue espectacular. El goizuetarra posee un colmillo impresionante.

Ocurre que, en la fiesta inicial del veterano, quisieron colarse los azules, jugando con el marcador en contra, en busca de una gesta en la que se convirtió la contienda tras los primeros compases. Todo porque Aimar inició rumboso y con sed de sangre. Estuvieron 10-2 y 14-6 para sellar el triunfo. Imaz bajó enteros y Albisu terminó por amargarle la tarde. En esas, con la tormenta perfecta acechando por el ojo de buey, Laso salió al rescate con la brújula tatuada en el pecho. Todo vísceras, fue el hombre del partido, ensañándose en el juego delantero ante un homólogo situado en las enciclopedias pelotazales. Además, la buena gestión final de Jon Ander en los cuadros traseros, marcando la diferencia, fue vital.

En cualquier caso, los azules, que vivieron la reacción que esperaba Asegarce al incluir a Laso en la ecuación del Parejas, sobrevivieron a un 14-6, con una tacada de diez tantos, y a sí mismos. Y es que, yendo 15-16, cuatro errores estuvieron a punto de costarles muy caros: la eliminación. Y ahí emergió el genio de Laso. Y su figura. Albisu le dilató el espacio. El de Bizkarreta Gerendiain vio el hueco. Del 20-17 se lanzaron al 20-22 de modo directo para enredar la tabla clasificatoria. El tercer punto del joven dueto mete les deja con vida en una perpetua huida hacia adelante. El nudo gordiano está servido.