Vitoria - Casi 10.000 kilómetros separan Prienai de Los Angeles pero basta con que LaVar Ball hable para que se produzca un terremoto deportivo en la ciudad californiana. El último ejemplo es de hace unos días, cuando aseguró al periodista de ESPN desplazado hasta Lituania para seguir sus andanzas que “Luke Walton -técnico de los Lakers, equipo de su hijo Lonzo- ha perdido el control, sus jugadores ya no quieren jugar más para él”. No era su primera crítica pública a Walton, pero sí parece que ha sido la gota que ha colmado el vaso de los técnicos. El entrenador de la franquicia angelina se lo ha tomado con filosofía, pero varios de sus colegas han explotado. Rick Carlisle, técnico de Dallas, ha criticado a ESPN por actuar como “vocero de este charlatán”. La asociación de entrenadores, presidida por el propio Carlisle, difundió una nota en la que expresó que la información “carece de integridad periodística pues se aborda desde una sola perspectiva. No recoge una palabra ni el punto de vista de algún jugador o miembro de los Lakers, de manera expresa o anónima, para verificar su afirmación. El artículo es censurable”.
Steve Kerr, técnico de Golden State, también ha opinado: “Este es el mundo en el que vivimos ahora. No solo tiene que ver con ESPN, es un problema social. Nos alejamos del deporte y caemos en el sensacionalismo. Hablo con periodistas y les pregunto: ¿Por qué cubrís lo que dice este tío? No queremos, pero los jefes nos obligan para subir rating y lecturas, me dicen. En algún sitio LaVar se estará riendo. Vende y eso es lo que importa en la política, la industria del entretenimiento y ahora en el deporte”.
Jeff Van Gundy ha ido más lejos. El técnico de Detroit Pistons ha comunicado a la asociación de entrenadores y al comisionado de la NBA su intención de no colaborar con ESPN en la retransmisión del duelo ante Washington: “No hablaré con su equipo de comentaristas antes del choque ni haré la entrevista durante el partido. No les estoy denegando el acceso ni les estoy echando de las ruedas de prensa. ¿Quieren material extra de nosotros y tratan a un entrenador NBA con tan poco respeto? Entonces no les daré acceso extra”. - J. Larrauri