bilbao - Casi mil personas se acercaron ayer a las instalaciones de Lezama para seguir en directo el último entrenamiento a puerta abierta del Athletic antes de su derbi del próximo domingo ante el Alavés. Pero ni una sola vio al portero Kepa Arrizabalaga, que podría ser el primer fichaje del Real Madrid en este recién estrenado 2018. El guardameta acumula ya cuatro sesiones preparatorias trabajando en solitario y al margen del grupo dirigido por Kuko Ziganda, pero es que ayer, a diferencia del pasado martes, el ondarutarra ni siquiera saltó al campo. Se quedó en el gimnasio siguiendo la recuperación de su lesión en el pie derecho, aquella que le mantiene lejos de sus compañeros desde hace dos semanas. Así pues, los jugadores encararon su segundo entrenamiento del año sin Kepa -ni Mikel Balenziaga, ni Iker Muniain, también lesionados- y, aunque todos los aficionados se preguntaron por la ausencia del cancerbero internacional, la primera plantilla mantuvo su trabajo sin distraerse con los rumores que coparon las gradas. “No nos descentra el ruido generado en torno a Kepa, somos suficientemente maduros y tenemos experiencia en esto del fútbol para seguir concentrados en nuestro trabajo”, afirmó Xabier Etxeita en la rueda de prensa posterior al entrenamiento.
De hecho, el defensa rojiblanco quiso normalizar la situación de Kepa, asegurando que al guardameta se le trata como “uno más” en la recuperación de su dolencia: “Los lesionados entrenan antes o después con el grupo, pero cada tratamiento de cada jugador es diferente así que los fisioterapeutas saben cuándo debe integrarse al grupo”. Es más, Etxeita defendió las precauciones que se están tomando con el ondarrutarra, que se mantiene en las sombras a pesar de que el pasado martes se le pudo ver en Lezama en buenas condiciones, completando más de media hora de entrenamiento específico para porteros.