Con las dudas recientes del Atlético y el Real Madrid, una distancia para ambos de ocho puntos con el líder Barcelona y la necesidad reivindicativa de Antoine Griezmann, Cristiano Ronaldo o Karim Benzema irrumpe hoy a las 20.45 horas un derbi a presión, el primero en el Wanda Metropolitano, sin margen de error.

Ninguno de esos factores permite un fallo más ni al Atlético ni al Real Madrid, de nuevo reencontrados en esa sucesión de revanchas y partidos transcendentales de los últimos años, ya 24 en la era Simeone, la que ha reequilibrado el derbi, con diez triunfos blancos, ocho rojiblancos y seis empates.

Han sido dos finales, una semifinal y unos cuartos de final de la Liga de Campeones, una final de la Copa del Rey, una Supercopa de España y unos cuantos duelos en la Liga de nuevo con aroma decisivo, el mismo que desprende indiscutiblemente el de hoy, con los dos en una situación ya casi límite en su persecución del Barcelona.

Es un derbi clave, mucho más de lo que se podía presuponer a estas alturas del torneo, la duodécima jornada, porque, mientras el club azulgrana apenas ha cedido dos puntos, el Atlético, aún invicto en el campeonato, ha empatado cinco de sus once partidos y al Real Madrid ya se le han ido diez de los 33 puntos disputados.

No es el mejor momento de ambos colectivamente: dos triunfos en sus últimos nueve duelos oficiales, los dos de visitante, en el caso del Atlético, y dos derrotas en sus tres choques más recientes de competición en el del Real Madrid.

Pero tampoco individualmente, porque ambos aguardan el mejor nivel de jugadores determinantes.

Lo hace el conjunto rojiblanco con Antoine Griezmann, atascado en su peor racha goleadora con el Atlético y que ya va por los siete encuentros consecutivos sin batir la portería rival, y el club blanco con su compatriota Karim Benzema y el portugués Cristiano Ronaldo, este último alejado de la eficacia que ha asegurado cada curso.

Los tres asumen el foco de los goles en el primer derbi en el estadio Wanda Metropolitano, que estará lleno para la cita y para animar a un Atlético mermado por su propia irregularidad. Lleva tres empates y una derrota en sus últimas cuatro comparecencias ante su público, pero a la vez llega rearmado tras este parón de 14 días.

Enfrente, el Real Madrid llega con la presión de verse obligado a ganar. La intenta esquivar públicamente Zinedine Zidane, pero le basta con mirar la clasificación para ver que los ocho puntos de distancia con el Barcelona, once si vence en Leganés el equipo de Ernesto Valverde antes del inicio del derbi, es una distancia que ningún equipo logró remontar en la historia de la Liga. Sería un reto mayor. - Efe