El Benevento Calcio es el club de fútbol de la ciudad homónima. Un enclave italiano de la provincia de Campania en el que residen unos 60.000 habitantes. Población parecida a la que alberga Irun. El estadio donde juega el equipo se denomina Ciro Vigorito y posee una capacidad para casi 13.000 espectadores. Cifra similar a la que acoge El Plantío, terreno de juego del Burgos, el San Lázaro del Compostela o el estadio La Victoria del Jaén. La historia del fútbol en Benevento es anecdótica. El mayor logro que el aficionado recuerda era hasta hace dos temporadas un intento de ascenso a la Serie B (1946), segunda categoría del balompié en Italia, frustrado por la precaria situación económica de la entidad. Desde entonces, el equipo, creado en 1929, desaparecido, renombrado, refundado, fusionado,..., ha deambulado por la tercera y cuarta división. Supervivencia enmarcada en fútbol de carácter amateur.

En la temporada 2016, sin embargo, llegó la mayor gesta deportiva hasta la fecha. Esta vez sí, el Benevento ascendió a la Serie B. Su estreno en la categoría de plata fue increíble para Los Brujos, como se conoce a los jugadores por la legendaria creencia de que un nogal nexo al río Sabato que baña Benevento era sede de multitudinarios aquelarres. Tras clasificar en quinta posición, apearon en los play-off de ascenso a Spezia, Perugia y Carpi para sellar la escalada a la máxima categoría de Italia, la Serie A. Dos ascensos en dos campañas para afincarse al primer intento en la cúspide del fútbol italiano. Insólito en el Calcio.

El Benevento existe gracias al mecenazgo de la familia Vigorito. Se estima que ha invertido a través de dos generaciones -el difunto Ciro Vigorito se hizo cargo del club que ahora preside su hijo Oreste- alrededor de 100 millones de euros para la regeneración y ascensión del club. A pesar de ello, el equipo afrontaba su debut en la máxima categoría con máxima incertidumbre. Además de por la inexperiencia, por la incógnita sobre el rendimiento de nueve fichajes y la renovación de la cesión de doce jugadores.

Las jornadas fueron transcurriendo y los rivales del Benevento fueron sumando: Sampdoria (2-1), Bologna (0-1), Torino (0-1), Nápoles (6-0), Roma (0-4), Crotone (2-0), Inter (1-2), Verona (1-0), Fiorentina (0-3), Cagliari (2-1) y Lazio (1-5), hasta alcanzar la duodécima cita del calendario. El dramático recorrido dejó la destitución del entrenador protagonista de los ascensos, Marco Baroni. Fue reemplazado por Roberto De Zerbi, quien, debido a su pasado como jugador del Nápoles, club afincado a apenas 50 kilómetros de Benevento y enemigo simbólico más que deportivo por no coincidir sobre el terreno de juego, fue recibido con la pancarta: “De Zerbi, gitano”. Además, el capitán, Fabio Lucioni, dio positivo por dopaje (le pueden sancionar de uno a cuatro años), y la enfermería ha ido contando hasta una decena de lesionados. Entrando en detalle, la derrota más dolorosa fue la encajada frente al Cagliari. En el minuto 94, el Benevento empató el partido de penalti presto a sumar en la décima jornada su primer punto; pero el Cagliari volvió a adelantarse en el 95.

Aunque previsible su condición de colista de la Serie A, sus once derrotas seguidas significan el peor arranque de la historia de la principal liga italiana. Condición que ostentaba el Venezia (1949-50) con ocho derrotas consecutivas al inicio de la liga. El Benevento ha arrasado la estadística. Ahora trasciende de Italia.

En la duodécima fecha de la Serie A la situación del club adquiría otra dimensión histórica. El Benevento se jugaba ayer el fatal honor de ser el peor equipo de la memoria de las grandes ligas de Europa. Lo hacía con el partido más complicado de la temporada, contra la Juventus y a domicilio. Comenzó ganando, pero de nuevo perdió (2-1). Ya comparte con el Manchester United de la 1930-31 la peor racha de los anales de las primeras divisiones del Viejo Continente: doce derrotas en doce jornadas. Y si pierde contra el Sassuolo en la fecha trece, se quedará solo. Mal viento en Benevento, ciudad que, casualmente, otrora se llamó Maleventum, antes de ser Beneventum y posteriormente Benevento.