Logroño - “Puede que hayan desaparecido esas dudas del pasado domingo”, desvela Oinatz Bengoetxea. Lo dice después de haber lidiado contra sí mismo, el dedo índice roto de su mano derecha, volar a contrapelo y acabar clasificándose para las semifinales del Cuatro y Medio de Primera. Lo consiguió con el tiempo justo, poco antes del toque de campana. La agonía atrapó a Víctor Esteban, que tenía que llegar a veinte, en el 18. Sin tiempo para más. Abajo el telón. Oinatz rompió la incertidumbre de haber bailado con el dolor y salir vencedor. “Apenas golpeé el dedo. Ha habido mejoría durante esta semana”, sentencia sobre el tapete del Adarraga de Logroño. Como la risa, las equis de las ecuaciones también van por barrios. Mikel Urrutikoetxea afrontará la eliminatoria del domingo, que da acceso a la final del acotado, con el dedo anular de la mano izquierda fracturado. Se lo hizo en el intrascendente envite de la tercera jornada de la liguilla de cuartos de final frente a Iñaki Artola en el Municipal de Balmaseda. La mala fortuna llamó a su puerta. Toc toc. Un mal golpe.

“Durante el fin de semana tuve una inflamación bastante grande, que me asustó, pero poco a poco ha ido bajando. Está mejor. No se ha soldado pero no creo que haya ningún problema para salir a jugar. Una cosa es la pinta que tiene y otra, lo que me afecte al jugar”, argumenta el campeón de Zaratamo. Las dudas, eliminadas por Oinatz, quizás se acerquen al bando azul. “Ayer -por el miércoles- estuve entrenando con pelota y sí que me provoca dolor, pero es soportable y no será ninguna excusa”, manifiesta el pelotari, que ayer no vistió su zurda a la hora de probar los lotes de cueros propuestos para la cita. “He probado con un dedal de protección. Quitaré el taco que me suelo poner en la punta de los dedos y me colocaré la capucha, pero no hace milagros. Se nota molestia, pero algo me resguarda”, señala el vizcaino. Un punto a favor es que se trata de una zona fácil para cubrir. Desde que se fracturara el viernes la zona distal del cuarto dedo de la zurda, Urrutikoetxea está recurriendo a “hielo, antiinflamatorio e inmovilización”, de cara a que no se le acentuara el problema y mejorara. “Poco a poco ha ido mejor. Las sensaciones no han sido malas en el ensayo que he hecho. Es lo normal”, se tranquiliza el de Zaratamo. En la cancha logroñesa, el domingo, ante otro adversario con huesos en proceso de soldadura, usará una férula “estándar”, diferente a la que tuvo que utilizar en verano por la fisura en uno de sus dedos de la mano derecha. “Mentalmente, es una dolencia que te hace darle vueltas. Intentaré calentar bien y no tenerlo en mente”, cuenta Urrutikoetxea, quien agrega que “físicamente, me puede afectar a la hora de ejecutar el gancho, porque no estoy acostumbrado a jugar con una capucha ahí”. De todos modos, su idea es clara: “Sufrir y salir a por todas”. “No hay excusas”, reitera. No le cambiará su patrón de juego. La forma de ver el partido no se transforma. La brújula se mantiene firme con la final de Bilbao en el horizonte. “Aunque en la liguilla me haya encontrado bien, ahora empezamos de cero y nos la jugamos a un solo partido. Las cosas serán complicadas, porque me ganó el año pasado y es el campeón”, relata el campeón vizcaíno. Son conocidos.

El momento bengoetxea VI Por su parte, Oinatz Bengoetxea, veterano en mil batallas, rey entre trincheras, ya sabe lo que es jugar con el dedo fracturado. Rompió el miedo la semana pasada. “Espero estar mejor para el domingo”, desvela. “Con golpes directos, sufriré dolor, pero estoy aguantando bien. Espero hacer una buena semifinal”, define. No obstante, dada la experiencia en el potro de tortura -diez veces ha fracturado sus manos-, Oinatz no considera que pueda tener un punto a favor sobre su contrincante. “Espero al mejor Urruti”, recita el leitzarra, quien argumenta que “tendrá dudas a la hora de salir a la cancha, pero con el calentamiento y la adrenalina se te van pasando. Muchas veces estás justo y no sabes cómo vas a encontrarte a la hora de salir a la cancha. El de Víctor fue mi mejor partido de la liguilla. Tengo más confianza”. De cara al enfrentamiento del domingo en el Adarraga, la tónica común será el de la falta de “excusas”. De hecho, en la elección de material de ayer, ambos manistas quedaron conformes con los cueros. Las de Urrutikoetxea tienen más salida.