cádiz - En el primer encuentro entre Jon Rahm y Valderrama ha ganado el campo. El golfista de Barrika se despidió ayer del Andalucía Masters al no pasar el corte, algo que le sucede por tercera vez en el año. Necesitaba una vuelta por debajo del par para ganarse un hueco en el fin de semana, pero de nuevo las cosas no funcionaron desde el principio y los cuatro bogeys, tres de ellos seguidos, que sumó en los nueve primeros hoyos, tras empezar por el 10, fueron un mal presagio. En la segunda mitad del recorrido, no pudo encontrar el toque necesario para sumar dos o tres birdies y, al contrario, otro bogey en el hoyo 7 tras mandar al bunker un chip desde el rough que lindaba la arena acabó de enterrar sus aspiraciones.
Al final, Jon Rahm se quedó con un total de 149 golpes en los dos días, siete sobre par, a dos de pasar el corte. El vizcaino ha sumado diez bogeys, una cifra excesiva, y nunca ha estado cómodo en Valderrama, que le ha castigado cada error, como a todos los demás. Solo 18 de los 124 jugadores estuvieron ayer por debajo del par y Joost Luiten se mantuvo en el liderato con seis bajo par, uno por delante de Robert Rock, Sergio García y Scott Jamieson. Txema Olazabal, igualado con Rahm, tampoco pasó el corte, mientras que Adrián Otaegui mantuvo el tipo y saldrá hoy en el puesto 16 con el par del campo en su tarjeta.
El de Barrika encontró una explicación a su actuación en el torneo gaditano que ha sido recurrente en otras citas. La presión que se ha impuesto ha descontrolado su juego, algo que en Valderrama se paga caro. “Me he puesto mucha responsabilidad yo mismo porque tenía ganas de agradar al público. Ellos tenían ganas por verme jugar bien y quizá he puesto ganas de más en cada golpe”, explicó Rahm, dolido por quedar fuera en un torneo que le hacía mucha ilusión: “Que uno de los tres cortes que no he pasado sea aquí, la verdad es que duele”.
demasiada responsabilidad Sin embargo, espera que la lección esté aprendida. “He jugado autopresionándome, con la responsabilidad de jugar bien para la gente y no para mí mismo”, añadió el jugador vizcaino, que señaló que “el juego lo tenía bien antes de venir aquí. Ha sido un tema mental. El próximo año tendré más experiencia”. Sin embargo, se mostró seguro de que de Valderrama puede “salir reforzado porque esto es de lo que más se aprende”. “En media hora se me pasará. Esto es golf. Es imposible pretender que se vaya a jugar bien siempre”, dijo. Pensando en el futuro, que le llevará la próxima semana al WGC de Shanghai, Jon Rahm se mostró optimista, pese a todo. “Dos semanas después de fallar el corte en el US Open pude ganar en Irlanda”, recordó.