IRUÑEA- El Labrit de Iruñea arderá el sábado con un encuentro de alto voltaje en el acotado. El vizcaíno Danel Elezkano y el campeón del Cuatro y Medio en curso, Oinatz Bengoetxea, se encontrarán en el templo manista iruindarra en busca de la supervivencia en el torneo. Duelo de faquires. Tarde de cilicios. Todo derivado de las derrotas de la primera jornada de la liguilla de cuartos de final de la jaula a manos de Víctor Esteban y Aimar Olaizola, respectivamente. La contienda puede suponer un todo o nada. Un cara o cruz. Más aún al haberse disputado un día antes -mañana por la tarde- el encuentro de ganadores en el Adarraga de Logroño. Si ganara el de Goizueta, favorito en las apuestas, Elezkano II tendría que llegar al cartón 22 para jugársela en la última cita o quedaría matemáticamente fuera. En caso de que triunfara Víctor, la victoria de Danel convertiría la última jornada en una eliminatoria pura y dura entre el zaratamoztarra y el siete veces campeón de la jaula. A Oinatz le sucede lo mismo pero con cambio de cromos. Dos duelos para seguir vivos. Una moneda trucada: dos caras igualan a una cruz. El Labrit, para empezar, será testigo de un duelo a cara de perro.
El puntillero vizcaíno es consciente de que la victoria es muy importante, de que todo pasa por triunfar. Un todo o nada. Vida o muerte. Competición pura y dura. La que da y quita. Bengoetxea VI ya ha remado en esos mares revueltos y conoce las vueltas de la noria. De hecho, el curso pasado, ganador, comenzó con el agua en el cuello. Danel destaca que “empezar bien siempre es importante, pero no pude llevarme el punto en Ezcaray. Las opciones pasan por ganar el sábado. Tengo a Oinatz enfrente, el campeón, y será difícil. Quiero hacer lo mío, atreverme y disfrutar. Ojalá saque todo mi juego”. Y es que, tal y como receta el de Zaratamo, todo pasa por no perder el color de cara: siempre valiente, siempre hacia adelante. Una huida perpetua al remate. Un leit-motiv en su carrera. “Tengo dos oportunidades, pero no puedo fallar. Yo tengo que continuar con la valentía con la que he salido hasta ahora. Si no, mis opciones desaparecerán. Tengo que empezar bien, como ante Víctor, aunque luego no me sirvió de nada. Sigo diciendo que enfrentarme a pelotaris de esta talla es toda un oportunidad para mí, pero no me conformo únicamente con eso”, agrega el vizcaíno.
Si bien la espada de Damocles reside sobre sus hombros, Elezkano II sabe que no puede especular. “Es imposible establecer un planteamiento de juego ante manistas del nivel de Oinatz, porque, según se inicia la contienda, sucede lo contrario a lo que tienes pensado. Bengoetxea VI maneja todas las posturas y todos los estilos. Quiero ser atrevido”, asevera el de Zaratamo, quien demostró empaque en sus contiendas anteriores en la jaula. “Me vi bien contra Víctor. Hubo tantos en los que me encontré a gusto, pero quizás, en los momentos decisivos, regalé pelotas que no debía. Eso acaba pasando factura. Tengo que intentar olvidar lo del otro día para dar el mejor nivel”, añade Danel, quien apostilla que “si quiero ganar, tengo que hacerlo perfecto. El otro día Aimar y Oinatz jugaron un partido increíble. ¡Qué puedo decir de pelotaris así! Me encuentro bien e iré a por todas el sábado”.
Por su parte, el delantero de Lei-tza manifestó en la liturgia con el material que esperaba pelotas “con más chispa”, pero que eran “aceptables”. “Espero a un gran Danel. Es un buen pelotari. Va dando buenos pasos. Le tengo todo el respeto y sé que tendré que jugar al 100%”, sostiene Bengoetxea VI.