MADRID. Gerard Piqué ha descartado la posibilidad de abandonar el equipo nacional antes del Mundial de Rusia y ha explicado que su situación, después de los "silbidos e insultos" recibidos el pasado lunes en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas, es "un reto" al que desea "dar la vuelta".
"El primer día de entreno fue difícil porque obviamente no te gusta que la gente que apoya a tu equipo esté en tu contra. Recibir silbidos e insultos no es del agrado de nadie. Es un reto para mí y estoy para darle la vuelta, estoy aquí para hacerlo. Mediante el respeto y la coherencia puede llegar todo a buen puerto", analizó Piqué ante la prensa.