Vitoria - A poco más de dos semanas para el arranque liguero el Lacturale Art Araski va cogiendo forma. Pese a algún contratiempo, como el esguince de tobillo sufrido el miércoles por la tarde por parte de Marta Tudanca, el equipo de Made Urieta tiene la vista puesta ya en el estreno competitivo ante el Quesos El Pastor. Ayer la vitoriana fue protagonista junto a Natalie Van Den Adel en la Clínica Art, una nueva firma que se ha querido sumar al proyecto de este curso. José Luis De Pablo y Jon Ander Aguirregoikoa, responsables del centro médico y amantes del baloncesto, llevaban tiempo queriéndo inscribir su marca en la camiseta del cuadro alavés. “Llevábamos tiempo pensando en hacer algo así. Ahora que el club ha crecido y nosotros también la ida es seguir este camino juntos durante mucho tiempo. Estamos con la mujer y la salud y todo nos llevaba al mismo camino”, manifestaron. Medicina y deporte unidos en una aventura que ha despertado mucha ilusión tras lo conseguido el pasado curso. El listón de la escuadra vitoriana es muy alto y sobre la continuidad de ocho jugadores pivotará el segundo ejercicio en la máxima categoría del baloncesto femenino nacional. Una de ellas la propia Tudanca, renovación adelantada por DIARIO DE NOTICIAS el pasado 12 de mayo, y que se mostró más ambiciosa que nunca. “Es el club de mi ciudad. Son los colores que llevo dentro y es el sitio idóneo para seguir creciendo como jugadora. Quiero seguir escribiendo la historia de este equipo. Es difícil superar lo del año pasado, aunque se puede lograr. Quiero averiguar cuál es el techo de este equipo y por eso me he quedado”, apuntó con una sonrisa la alero vitoriana, quien mañana no podrá disputar la Euskal Kopa por ese contratiempo en su tobillo. “No sé todavía el período de baja. Tengo que hablar con la fisioterapeuta y ver cuándo puedo volver”, manifestó Tudanca.

A su lado estuvo Van Den Adel, quien expresó también su alegría por ponerse a las órdenes de Urieta. “Estoy muy contenta de formar parte de Araski. Seguro que va a ser un buen año. Me gustaría jugar los play off y la Copa”, ambicionó la holandesa, quien cumplirá su cuarta temporada en Liga Femenina tras dos temporadas en Zamora y la pasada en el Mann Filter de Zaragoza. Su altura, 1,85 metros, le permite jugar en varios puestos. Esa versatilidad le permite anotar a la vez que aumentar la capacidad reboteadora de un bloque que el pasado curso sufrió bastante en esa faceta.

Mañana en Galdakao ante el IDK Gipuzkoa podrá seguir asimilando las ideas de su nueva entrenadora en la semifinal de la Euskal Kopa y dentro de una semana explotar las virtudes por las que ha sido contratada por la entidad presidida por Livia López. Nadie dentro del conjunto vitoriano se sorprende por el impacto que ha generado su baloncesto durante la pasada campaña. “No sentimos esa presión por lo realizado el pasado año, aunque es cierto que los demás rivales no nos miran de la misma manera. En cualquier caso, el trabajo interno está siendo incluso mejor porque hemos logrado que ocho jugadoras sigan. Nos conocemos mejor y las cuatro incorporaciones se han adaptado muy bien”, explicó Made Urieta.