Bilbao - El Athletic Club pretende seguir con el Cuco Ziganda la exitosa línea marcada por el argentino Marcelo Bielsa y Ernesto Valverde, los dos técnicos que le han precedido en el puesto y que han acompañado a Josu Urrutia en los seis años que el excapitán rojiblanco lleva en la presidencia del club vasco. Ziganda intentará continuar con la costumbre de jugar en Europa de un equipo para el que las competiciones continentales eran más un premio de cuando en cuando que una realidad y ahora son ya casi una obligación cada temporada, como ocurre en lo que va de segunda década del Siglo XXI. Un año maravilloso con una noche mágica en Old Trafford y dos finales, aunque ambas perdidas, y un segundo curso ya mucho peor fue el legado del técnico de Rosario, ahora en el Lille francés. El billete europeo un año sí y otro también, incluida una Liga de Campeones, además de un título, la Supercopa de España de 2015, y dos finales de la Copa del Rey es el balance -difícilmente repetible- que ha dejado Valverde apoyado en un vestuario implicado y competitivo al que le ha dado más que pena que el Txingurri haya aceptado finalmente el reto de dirigir al Barcelona.
El de su compañero en el recordado ataque bilbaíno de los años 90 que completaba Julen Guerrero es el espejo en el que se mira un Ziganda que, de hecho, es la principal y casi única novedad en un plantel al que han regresado los cedidos Iago Herrerín (Leganés), Mikel Vesga (Sporting de Gijón) y Ager Aketxe (Cádiz), y han ascendido los cachorros Unai Núñez e Iñigo Córdoba.
También han vuelto de cesiones el joven Asier Villalibre y Kike Sola (Numancia), aunque parece que será por poco tiempo, ya que todo hace indicar que volverán a salir a otros equipos este verano. No obstante, sigan o no sigan Villalibre y Sola, lo mejor del verano para el Athletic es que tres piezas básicas y muy cotizadas del plantel rojiblanco, Kepa Arrizabalaga, Aymeric Laporte e Iñaki Williams, están a las órdenes de Ziganda. Y redondearía las buenas noticias para el técnico y todo el entorno athleticzale que Yeray Álvarez cumpla los plazos previstos y ya para mediados de septiembre tenga superado el cáncer testicular del que recayó a medidos de junio y que necesita de quimioterapia.
El bravo central de Barakaldo fue el año pasado -en el curso de su debut en la elite- el mejor jugador de su equipo y conforma con Laporte una de las mejores parejas de centrales que la grada de San Mamés pueda imaginar. El regreso como si no hubiese pasado nada, como ya lo hiciera Yeray tras la primera aparición de la enfermedad, haría olvidar a la entregada parroquia bilbaína la decepción de no ver fichados a Mikel Merino y Alex Berenguer, los dos navarros con los que el Athletic pretendía elevar el nivel competitivo de su primera plantilla.
Eterno Aduriz Aunque lo mejor de todo para el equipo vasco es que Aritz Aduriz sigue a su altísimo nivel de las últimas temporadas a pesar de sus 36 años, que Raúl García ha vuelto de vacaciones con el hambre de competir de sus dos primeros cursos en Bilbao y que Laporte tiene olvidada la lesión que le lastró al inicio de la temporada pasada.
Los tres concretaron con los goles del 4-1 global al Dínamo de Bucarest el pase de su equipo a la segunda previa que tiene que superar para estar en la fase de grupos de la Liga Europa, en la que se mide ahora al Panathinakos griego.
En ella estarán escoltados por los Williams, Oscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Beñat Etxebarria e Iker Muniain, habituales en las últimas temporadas, Xabi Etxeita y Mikel Vesga, las sorpresas positivas en el arranque del curso junto a un mejorado Markel Susaeta, el nuevo capitán rojiblanco, y casi seguro Iago Herrerín entre palos.
El meta bilbaíno apunta en su enésimo regreso a ser de nuevo el portero en las competiciones de Copa ante la espléndida irrupción la temporada anterior de Kepa, quien retrotrae a los nombres de Iribar, Zubizarreta, Carmelo, Lezama, Blasco y demás porteros legendarios de un club que cumplirá en la segunda mitad del curso 120 años.
Una centenaria historia que en las últimas temporadas está deparando momentos felices a los que el Athletic quiere dar continuidad en la ya era de Ziganda, que quiere seguir la senda de Valverde.