Donostia - La Real Sociedad afronta uno de sus temporadas más ilusionantes, con el retorno a Europa para disputar la segunda competición continental y con la que probablemente es la mejor nómina de delanteros de su historia. El equipo vasco, que quiere llegar lejos en la fase de grupos de la Liga Europa, ha reforzado poco pero muy bien una plantilla que no ha hecho otra cosa que crecer en los últimos años. Eusebio Sacristán sigue al frente de la nave blanquiazul y, si llega a diciembre, se convertirá en el entrenador que más años ha estado dirigiendo al equipo en las últimas décadas.
La recuperación tras cerca de dos años de baja de Imanol Agirretxe, que se lesionó el 30 de diciembre de 2015, es un activo muy importante para los de Eusebio, quien cuenta con acompañantes de lujo adelante. El brasileño Willian José, la gran sensación de la pasada temporada, el joven Mikel Oyarzabal (internacional sub’21) e Ion Bautista, última perla de su cantera, se unen a Juanmi Jiménez (ex del Málaga y del Southampton), al recién llegado Adnan Januzaj, procedente del Manchester United, y hasta enero de 2018 al mexicano Carlos Vela en su última temporada como blanquiazul.
La dirección deportiva de la Real ha hecho más cosas, pues ha dado la baja a Mikel González, su sempiterno central; ha traído al ex del Real Madrid Diego Llorente para cubrir su ausencia y ha hecho subir de momento, con todos los galones, a cinco jóvenes del filial que ya entraron en el primer equipo el pasado año.
El lateral Álvaro Odriozola lo hizo con tanta fuerza que incluso se ha especulado durante el verano sobre una posible salida, antes de completar su primera pretemporada de pleno derecho con sus mayores, en una defensa en la que parece que seguirá Iñigo Martínez.
Los objetivos de los vascos son claros: alternar con éxito la Liga Europa y la competición doméstica, en la que la afición le va a exigir volver a luchar por las plazas de privilegio, aquellas que están entre la cuarta y la octava posición.
La Real, por otro lado, tiene otro proyecto troncal para su futuro inmediato con la remodelación de su estadio, que durante la temporada 2017-2018 limitará la asistencia durante un tiempo con el objetivo de elevar su aforo por encima de los 40.000 asientos. El constante incremento de ingresos, sobre todo los procedentes de la televisión y de traspasos como los de Bravo, Illarramendi, Griezmann y este verano el de Yuri Berchiche confiere músculo económico a una Real que tendrá el presupuesto más alto de toda su historia con casi 80 millones.