Londres - El Burnley dio la primera sorpresa de la temporada al derrotar ayer en Stamford Bridge al vigente campeón, el Chelsea (2-3), que sufrió las inclemencias de un discutible arbitraje, que lo dejó con un hombre menos a los 14 minutos de juego. El equipo entrenado por Sean Dyche, candidato por muchos al descenso, se plantó en el suroeste de Londres con una idea clara de juego: defensa férrea y contragolpe, señas de identidad de estos clarets. Y no le fue mal.

Antonio Conte no varió el exitoso 3-4-3 que tantas alegrías les dio el año pasado, con Azpilicueta como carrilero en la derecha ante la ausencia de Moses, y con Rüdiger, llegado este verano de la Roma, en el eje de la zaga junto a David Luiz y Cahill. Especialmente amargo fue para Cahill su estreno como capitán de los blues, ya que antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora el árbitro lo mandó a la ducha por una dura entrada con los tacos por delante sobre Defour. Ni así varió su esquema el entrenador italiano, que decidió quitar a Boga -sorpresa en el once- y dar entrada a un central: el imberbe Christensen. Pero el Burnley estaba cómodo, y ni el gol anulado a Vokes en el minuto 19 le restó un ápice de moral.

El corpulento ariete galés se desquitó apenas cuatro minutos más tarde, cuando cabeceó al fondo de las mallas un preciso centro de Lowton para adelantar a los suyos y silenciar Stamford Bridge. No hubo tiempo para la reacción del campeón, que no conseguía hacer daño a su rival y que sufrió otros dos varapalos más en la recta final del primer tiempo: primero Ward perforó la meta de Courtois en el 39 con un disparo potentísimo desde la izquierda tras un magnífica pared con Cork, y después fue nuevamente Vokes, en el 42, el encargado de alojar la redonda en la portería del Chelsea, cuando, libre de marca en el área pequeña, remató de cabeza un preciso centro de Defour tras una falta.

La segunda mitad, sin embargo, fue toda del equipo local, que descontó dos tantos pero que podía, perfectamente, haber arañado un empate. Liderados por Álvaro Morata, autor de un gol y una asistencia, los blues nadaron pero murieron en la orilla. El exdelantero del Madrid, fichaje estrella este verano, saltó al campo en el 58 en lugar del invisible Batshuayi y solo tardó nueve minutos en dejar su impronta, cuando cabeceó un centro desde la derecha de Willian para dar alas a los suyos. Ahí apareció el guardameta Heaton, que frenó las acometidas del Chelsea con una serie de paradas salvadoras a disparos de Marcos Alonso y Willian. El árbitro, además, volvió a ser protagonista al anular a Morata un tanto por fuera de juego y dejar a los londinenses con nueve futbolistas después de una entrada criminal de Fabregas al tobillo de un rival.

Pero ni con dos jugadores menos se amilanaron los de Conte, que descontaron otro gol más a falta de tres minutos para el 90, gracias a un disparo de primeras de David Luiz en un balón que había peinado en la frontal Morata.

Pese a los acercamientos de los de casa, que, sin embargo, se salvaron de un cuarto -Brady se topó con el palo en un libre directo-, el electrónico en Stamford Bridge no se volvió a mover y el Chelsea sufrió una inesperada derrota que amarga su estreno en la Premier.

Empate sin coutinho Un tanto del defensa uruguayo Miguel Britos en el tiempo de descuento de la segunda mitad (Min.93) impidió la victoria del Liverpool -sin Coutinho- en Watford (3-3). Con el astro brasileño fuera de la convocatoria por una dolencia en la espalda -el viernes comunicó oficialmente su deseo de dejar la entidad y poner rumbo a Barcelona-, el poder ofensivo de los reds recayó en su tripleta atacante: Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah. Y los tres respondieron con tres goles, uno cada uno, que estuvieron a punto de dar a los hombres de Jürgen Klopp su primer triunfo liguero. Pero si algo define a este Liverpool, aparte de su voracidad en la parcela atacante, es su debilidad defensiva. Y nuevamente los errores individuales atrás volvieron a costar caro a los de Anfield.

El que no falló fue el Manchester City, que cumplió con los pronósticos y se deshizo, sin excesivas complicaciones, del Brighton (0-2), gracias a los tantos del Kun Agüero y del defensa local Lewis Dunk, que introdujo en su propia portería un balón cabeceado por Gabriel Jesús. El conjunto de Pep Guardiola, que apenas dispuso de ocasiones en una soporífera primera mitad, sentenció el duelo en solo cinco minutos, del 70 al 75, en los que aprovechó dos fallos defensivos para llevarse los tres puntos de vuelta para el Etihad Stadium.