Madrid - Justo 25 años después, el ex atleta Fermín Cacho recordó ayer su victoria en el 1.500 de los Juegos de Barcelona, una gesta que, como confesó, ya sabía cómo iba a terminar incluso antes de correrla. Cacho rememoró, en un acto organizado en Madrid por las Bodegas Protos, la conquista de esa medalla de oro, uno de los grandes momentos de aquellos Juegos.

El ex atleta recordó que salió a la prueba tranquilo, porque ya sabía cómo iba a terminar la carrera. “Durante los días previos, después de la semifinal, había soñado con la carrera. La había corrido 50 veces, con diferentes formas y diferentes tácticas. En todas las carreras terminaba ganando yo y eso me daba confianza para poder hacerlo”, dijo.

A pesar de tenerlo tan claro, Cacho tuvo que luchar duro para conseguir mantener a raya a sus rivales y cruzar la meta en primera posición. “Cuando pasé a Chesire, yo me protegí con el brazo. Cuando me puse a su altura le puse el codo y la mano en el pecho para que no reaccionase para empujarme”, explicó el ex atleta.

Eso sí, Cacho también tuvo tiempo para saborear su triunfo. “En los últimos 100 metros pensaba que algo muy malo me tenía que pasar para no ser campeón olímpico. Cuando pasé por el podio, ahí estaba seguro de que iba a ser campeón”. Además, confesó que lo que se siente en esos momentos es imposible de explicar con palabras.

Sin embargo, tras su triunfo olímpico las cosas no fueron fáciles para el deportista. Como él mismo confesó, el año 95 fue el peor de su carrera deportiva. “Quedé octavo en el campeonato del mundo y la gente ya me decía que me retirase, que ya había terminado todo”, contó.

Pero su carrera no había llegado a su fin. Tras ganar la plata al año siguiente, en Atlanta 96, aún sentía que le faltaba una gran marca. Y solo tendría que esperar una año más para conseguirla. “El 13 de agosto del 97 en Zurich corrí en 3.28.95. Fui récord de Europa durante 17 años y ahora mismo estoy en la décima mejor marca del mundo de todos los tiempos”, explicó.

En el año 2002, una meningitis hizo que se plantease dejarlo para estar más cerca de su familia. Ahora lo vive de otra manera, pero sigue disfrutando de él.

El campeón olímpico en Barcelona’92 expresó su deseo de que Madrid sea algún día sede de unos Juegos, después de que la capital de España lo haya intentado de forma fallida. “Madrid se merece unos Juegos. Me gustaría que sea en 2032 después de Los Ángeles”. - Efe