Duración: 48:06 minutos de juego.

Saques: 2 de Irribarria.

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 396 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 15 de Olaizola II, 2 de Imaz y 3 de Irribarria.

Errores: 6 de Olaizola II, 4 de Imaz, 4 de Irribarria y 1 de Martija.

Marcador: 0-1, 1-1, 5-2, 6-4, 6-5, 7-5, 7-6, 8-6, 10-7, 11-8, 15-9, 16-10, 18-11, 19-13, 20-14, 21-14, 21-15, 22-15

Incidencias: Partido de exhibición no correspondiente a ningún torneo, disputado en el frontón Aritzbatalde de Zarautz. Buena entrada.

Zarautz - La luz que desprendió Aimar Olaizola lo eclipsó todo. Una de las grandes leyendas de la pelota irrumpió ayer en el frontón de Zarautz dejando al resto de pelotaris como meros actores secundarios. El delantero de 37 años asumió el rol principal y dominó un encuentro de exhibición en el que sus rivales nada pudieron hacer. El goizuetarra, que no entiende de amistosos, protagonizó una gran actuación, sin dar un respiro a sus contrincantes. Después de 48 minutos y 396 pelotazos, los azules sucumbieron ante el poderío de Aimar Olaizola, que acompañado de Ander Imaz no dio opción alguna. El luminoso reflejó lo vivido en la cancha en forma de siete tantos de diferencia con el 22-15 final.

El inicio del partido cogió por sorpresa a Ander Imaz, que erró el resto de saque del delantero azulón. Sin embargo, Olaizola se encargó de no dar ninguna esperanza a la pareja compuesta por Irribarria y Martija. El navarro comenzó a adueñarse de la delantera desde los primeros pelotazos, acumulando una ventaja de cinco tantos que alejaba a los azules. A pesar de la buena respuesta de Aimar, los de Aspe no decayeron y, tras pisar el acelerador, consiguieron volver a aproximarse en el electrónico. Olaizola e Imaz, pertenecientes a Asegarce, nunca perdieron toda la ventaja y se mantuvieron por delante en el luminoso en todo momento.

En cuanto a los zagueros, se mostraron contundentes a lo largo de todo el partido devolviendo los fuertes pelotazos desde el fondo del frontón. Ambos fueron dos grandes seguros atrás y lograron cubrir las espaldas de sus compañeros. En la zona delantera de la cancha, el aramarra trató, en vano, de buscar durante gran parte del encuentro las debilidades de Olaizola. Aimar, inquebrantable, llegó a todos los ataques del delantero de azul. Sin necesidad de grandes carreras ni planchazos, el veterano hizo gala de su gran colocación y su visión de juego para devolverlo todo. Irribarria, en momentos desesperado y probando todo tipo de ataques, no consiguió tumbar la defensa de Olaizola. Asimismo, el delantero colorado regaló una exhibición de ganchos, voleas y dejadas sobre la chapa que entusiasmaron al público asistente y acabaron con las aspiraciones de sus rivales. A pesar de sus 37 años, el goizuetarra demostró que aún le queda pelota para años. - R. García