Madrid - El Hard Rock Stadium de Miami será escenario esta madrugada de un esperado clásico amistoso entre Real Madrid y Barcelona, que llega a dos semanas de la Supercopa de España y con el caso Neymar desviando casi toda la atención en el club azulgrana. Hace más de 25 años que ambos equipos no se enfrentan en un partido amistoso y será la segunda vez que lo hagan en el extranjero después del clásico que se celebró en Venezuela en 1982.
La situación que atraviesan ambos equipos es sensiblemente diferente a 15 días de comenzar la competición oficial. El Real Madrid, vigente campeón de Europa y de Liga, es una balsa de aceite, mientras que su eterno rival vive con la respiración contenida a la espera de que se resuelta el futuro de Neymar, pretendido por el PSG y que no ha puesto freno a los rumores que le colocan en París. En el plano puramente deportivo, el brasileño se ha erigido en protagonista de la pretemporada al anotar todos los goles de las victorias ante Juventus (2-1) y Manchester United (1-0), un buen comienzo para el nuevo proyecto bajo la batuta de Ernesto Valverde.
Habrá llenó completo en las 65.000 localidades del estadio y los precios de las entradas han llegado a alcanzar los 5.500 dólares (4.685 euros), según la prensa local. - Efe