marsella - La crono de Landa se estiró hasta la de Bardet. El alavés miraba a París a través de la pantalla de tiempos. La tortura de estar sentado y no poder pedalear. La espera como compañía. Bardet arrastraba su fantasma hasta El Velodrome. Un segundo le dio vida. Exactamente 85 centésimas le arrebataron el podio a Landa. “Una lástima después de tantos kilómetros y tantos finales en alto”, lamentó Landa, estruendoso su eco en la Grande Boucle en la que aún es un recién llegado y sin embargo ha sido capaz de poner la carrera patas arriba. Su especialidad. A la cascada de Landa se le escurrió un segundo. “Quizá por no buscar ese último segundo o por falta de experiencia”, decía lacónico antes de hacer memoria y rastrear instantes en los que ese segundo se le esfumó. “Se me ocurren muchos momentos, desde lo que pasó el jueves o los dos segundos que perdí el día que ganó Barguil. Por un segundo, adiós al podio. Todos los segundos son válidos”.

Más si cabe en un Tour en el que las bonificaciones han pesado más que cualquier montaña. “Estoy contento (por Froome), es un compañero, me siento en parte ganador, pero no lleno del todo. Da mucha rabia”, expuso Landa, que no tardó en tirar de ironía ante verse a un segundo del cajón de París. “Habrá que atacar mañana (por hoy)”, bromeó. Landa reseteó su disgusto y miró al futuro, donde solo se ve como capitán. “Ojalá tenga la oportunidad de volver aquí a jugar mis bazas. Espero haber dado un pasito más y ganarme la confianza para ser jefe de filas en una grande. Quiero ser un hombre de grandes vueltas en cualquier equipo que me quiera como capitán”, subrayó. El Sky anunció que renunciará a pelear hoy por el gran segundo.