Bilbao - Asier Beitia (1985) disputará hoy en Larrabetzu su último partido vestido de blanco. El delantero de Usansolo, un habitual en la élite del circuito aficionado durante los últimos cinco lustros, colgará el gerriko en el frontón vizcaino tras la final del Interpueblos de Euskal Herria que mide al bloque de Usansolo, capitaneado por el veterano Beitia, y Azpeitia. El combinado guipuzcoano es un hueso duro de roer. El puntillero ve la final “complicada”, pero podría ser una bonita guinda a una carrera plagada de victorias y txapelas.

Si bien la retirada estaba puesta en la final del Interpueblos de Bizkaia, la victoria sobre Markina, con un epílogo muy duro en el que Beitia y Jokin González se proclamaron héroes, dejó la puerta abierta a dos encuentros más. En Usansolo hubo un motín de los más jóvenes. “En teoría me iba a retirar ya, pero ha surgido esta competición. Los chavales del club me convencieron. Me dijeron que, si no iba yo a jugar estos partidos, no iba a presentarse ninguno. Además, hemos hecho un grupito majo y decidí que hay que acabar bien”, sostiene el de Usansolo, al que ya le realizaron un “homenaje” en su último choque en la localidad. “He tenido suerte durante estos años. Es difícil mantenerse ahí tanto tiempo. Son muchos cursos jugando. Al final, es siempre lo mismo. Nunca he tenido vacaciones, he jugado todos los fines de semana y necesitaba un poco de tranquilidad”, valora el vizcaino, quien rememora las sensaciones de ganar a Markina y dar a Usansolo el primer Interpueblos de su historia: “Fue emocionante. Ganar esto es algo diferente. El frontón está lleno con gente del pueblo, que está emocionada, y era un título que no había conseguido nunca. Al final, es una txapela del club. No es como un torneo privado, que es más personal. Es un logro de grupo. La emoción también es muy distinta”.

Asimismo, revela el bisturí usansoloztarra que “el Interpueblos de Bizkaia es una despedida más emotiva que, por ejemplo, el campeonato de clubes. Es más de todos. El de Euskal Herria, por ejemplo, lo veo más como un regalo al trabajo que llevamos haciendo todo este tiempo. Bajo mi punto de vista, hemos hecho mucho y, si lo conseguimos, sería la guinda. Con el de Bizkaia ya hemos conseguido bastante”. Y es que, tal y como manifiesta, “mejor no se puede acabar”. “Después, echaré de menos las charlas y las bromas de vestuario, las cenas. En definitiva, las amistades del frontón”, dice.

La final ante Azpeitia en Larrabe-tzu se antoja un encuentro complicado. Por el bloque vizcaino, Gómez-Azkueta jugarán en cadetes, Ruiz-Prieto, en juveniles, y Beitia y la roca Jokin González en sénior. En el bando de Gipuzkoa, los más jóvenes serán Aimar Egiguren y Unai Alberdi, Jon Alberdi y Julen Egiguren jugarán en la categoría intermedia y, previsiblemente, Etxaniz-Uzkudun competirán en mayores. Cuenta Asier que “estará difícil. En cadetes veo un partido complicado. Será duro. En juveniles andarán mejor ellos. Y en mayores nos lo tendremos que trabajar”. Aun así, contra Doneztebe, campeón en curso, se esperaba una eliminatoria decantada para los navarros y los de Usansolo se crecieron hasta conseguir el billete a la pelea por las txapelas. “Ni se me pasaba por la cabeza que podíamos ganar. La verdad es que nos salió buen día a todo el equipo. Fue una jornada redonda”, declara el delantero, quien admite que “Usansolo tiene capacidad para ganar a cualquiera. Hemos hecho una gran temporada en Bizkaia y el partido contra Doneztebe nos animó a todos, porque conseguimos algo que no esperábamos. Hay futuro pelotari en el pueblo”.