PAMPLONA - La victoria del domingo de los vizcaínos Mikel Urrutikoetxea y Mikel Larunbe sobre Iker Irribarria y Julen Martija hizo una selección natural del grupo A de la feria de San Fermín. El dueto de Aspe quedó completamente apeado de la posibilidad de final al sufrir dos derrotas apretadas ante el de Zaratamo y el de Galdakao (22-19) y ante Bengoetxea VI-Beroiz (22-18), respectivamente, y el billete a la pelea por el cetro corresponderá a uno de los dos combinados del bando de Asegarce.
Ocurre que la cita, programada para hoy a partir de las 22.15 horas, se celebrará con aroma a semifinal pura y dura, porque no entrarán en juego ni los tantos ni los triunfos anteriores. Todo a una carta. El premio que se despliega sobre el futuro: la final de la primera feria del verano. En el salpicadero: el duelo del viernes, antes de que el Pobre de mí cierre la presente edición de San Fermín, considerada una de las citas manistas más especiales del curso y la más larga junto a la de San Mateo.
Mikel Urrutikoetxea y Mikel Larunbe formaron el domingo un buen tándem, solvente, que aprovechó las carencias de Martija en la zaga para sacar tajada de un choque que resolvieron de cara. Sin embargo, después de sufrir una remontada importante, del 16-7 al 19-15 y del 21-15 al 21-19, el delantero zaratamoztarra supo restañar las heridas para llevarse la cita. Al zaguero de Etxeberri le faltó oxígeno en su primera feria. De cualquier modo, la combinación vizcaína se erige como una versión fiable y con látigo. Y es que, el crecimiento del galdakoztarra, tras el paso del verano de 2016 y el Parejas de 2017, que fueron fases de construcción, está dejando poso de zaguero de garantía con zurda elegante y pelotazo largo. Eso, unido al siempre constante Urrutikoetxea, un manista total, que lo mismo remata como un puntillero que descerraja el partido como un bombardero, alumbra un bloque de alternativas y con muchas posibilidades de crecer.
En cualquier caso, ante el siempre peligroso Oinatz Bengoetxea, en un año mágico, y Mikel Beroiz la diferencia de pegada se entiende como un arma vital para desnivelar la balanza. El duelo pasará por evitar al leitzarra, que tiene tomada la medida al de Zaratamo en los partidos oficiales esta temporada. Urruti ha perdido todos los encuentros en las tres competiciones regulares. En la semifinal del Cuatro y Medio, Mikel cayó por 22-21 en un choque vibrante, a cara o cruz; en el Manomanista, la eliminatoria previa a la final fue una tortura para el de Bizkaia, que encajó un 22-8, y en el Parejas, a doble vuelta, el delantero de Zaratamo fue superado en las dos ocasiones por Oinatz y Larunbe: con Beroiz en Lekeitio por 22-13 y con Imaz en Iruñea por 22-9.
El poder de los vizcaínos debería evitar las andanadas del leitzarra cerca del frontis, donde desniveló la balanza ante Irribarria-Martija. El campeón expuso galones en el compromiso ante el aramarra, al que obligó a enzarzarse en una pelea en los cuadros alegres, que acabó colorada. El registro del navarro fue sensacional y terminó con quince tantos en juego. El peligro vestirá de colorado.
Así las cosas, el choque del Labrit descorchará al primero de los finalistas de la cita iruindarra, que vivirá el enfrentamiento del Parejas con los compañeros cambiados. El precedente que se descubre a golpe de vista se encuentra en otra feria, la de Aste Nagusia de Bilbao de 2016, en la que los vizcaínos pudieron llevarse el gato al agua por 16-22. En esta ocasión, el guardaespaldas de Galdakao está más hecho e incorporado de modo definitivo a la rueda de zagueros estelaristas y se espera que ejerza su dominio sobre el trotón Beroiz, en plena recuperación después de una temporada sin suerte.