Duración: 30:28 minutos de juego.

Saques: 6 de Altuna III (tantos 3, 11, 12, 16, 17 y 20) y 1 de Irribarria (tanto 2)..

Faltas de saque: 1 de Irribarria.

Pelotazos: 132 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 9 de Altuna III y 4 de Irribarria.

Errores: 6 de Irribarria.

Marcador: 1-0, 5-1, 6-2, 13-3, 14-4, 21-5 y 22-5.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Ekaitz Saralegi (con Jokin Altuna) e Igor Olazabal (con su sobrino Iker).

Apuestas: Se cantaron de salida posturas de doble a sencillo a favor de Altuna III.

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final del Cuatro y Medio de San Fermín, que organiza la LEP.M, disputado en el frontón Antzizar de Beasain. Buena entrada.

BEASAIN - Jokin Altuna es un artista de los pies a la cabeza. De su juego se destila la magia del que experimenta y la solvencia del que conoce el juego. El amezketarra volvió a revolverse ayer contra Iker Irribarria. Otra vez, en una distancia corta, donde parece haberle tomado la medida. El zurdo de Arama sufre cuando no puede abrir brechas, se le acumula el trabajo y sus piernas de purasangre, largas, potentes, no se adaptan al ritmo de jilguero de los velocistas en la corta, como es Altuna III, un adversario capaz de sacar los partidos por conocimiento o por genio. Dos vertientes y un final: el triunfo. Al delantero de pegada le sacó de sus casillas una hormiguita que traza ángulos como nadie y sabe componer cada tramo de duelo. Irribarria se desperezó bien, pero acabó con una imagen muy alejada de su mejor versión, acosado por un rodillo impulsado con el saque y el mejor posicionamiento en la cancha. El holgado triunfo de ayer mete a Altuna III en los cuartos de final del Cuatro y Medio de San Fermín, donde espera Danel Elezkano. La cita está programada para el domingo en el Astelena de Eibar.

Ocurre que, después de tres enfrentamientos en la especialidad, el campeón del Manonamista de 2016 solo conoce el sabor de la lona ante el amezketarra. En todas las citas, Jokin, camaleónico, ha sabido escapar de una jaula que se antoja mejor para sus características que para las de Irribarria, de pelotazo más largo y violento. En 2016 hubo dos duelos y los dos fueron para el mismo lado con distinto resultado (16-22 y 9-22). Sin embargo, el marcador de ayer, un 22-5, determinó que todavía le queda mucho por recorrer al aramarra en la modalidad. Él mismo lo reconoció. La crudeza de un torneo que no deja pensar, que secuestra su sotamano y busca el cuerpo a cuerpo, es una cizalla.

De cualquier modo, Altuna III expuso una propuesta solvente y basada en el acierto en todas las facetas. El guipuzcoano terminó la eliminatoria sin ningún error en su hoja de servicios. Desde el saque, una suerte tan importante en las peleas individuales, puso varias picas en el campo de batalla y buscó el enredo de la pared izquierda para encontrar remate. En definitiva, un guion perfecto. Los problemas en el resto de Irribarria, empeñado en evitar un gancho, hicieron el resto y apuntalaron la clasificación para los cuartos de final.

Solamente hubo salsa en los dos primeros tantos, donde se desarrolló un juego vivo. Los dos pusieron en liza dos poses diferentes: la del enredo y la del pegador. Irribarria quedó fuera de sitio después y la contienda se le escapó como arena entre los dedos. El 5-0 inicial fue el cimiento del triunfo de un buen Altuna III, que mantuvo la serenidad y el empaque. Derrochó estilo el amezketarra y se escapó 13-2 y 21-4 con aires de gran superioridad hasta el 22-5. Seis saques le dieron mucho oxígeno.