Una semana antes de que el Manomanista de Primera decidiera a su nuevo maestro, Oinatz Bengoetxea, el de Segunda nombró a su dominador. Casualmente, clavaron el resultado. Los dos encuentros viraron hasta el 22-18, pero entre los más inexpertos sí que venció el favorito en las apuestas, Axier Arteaga. En definitiva, salieron dos envites para enmarcar, duros y con pimienta, que hicieron mucho por la especialidad.

El delantero de Lasarte-Oria (1996) triunfó ante el neófito Joanes Bakaikoa, al que sacaba cerca de un curso como profesional, y dio la razón a la cátedra. El puntillero de Asegarce, fino estilista y físicamente fuerte, demostró que puede amoldarse bien a una distancia que es una tortura. Además, Axier volvió a llamar a la puerta de los técnicos de la operadora bilbaína después de la brillante victoria en el Parejas de Segunda con Jon Erasun. La empresa ya le tiene en cartera al haber completado grandes actuaciones en algunos estelares. También lleva una espectacular racha de resultados y posee los galones que dan los títulos. Lo que está claro es que el horizonte de Arteaga II es seguir progresando. Para empezar, estará en el Manomanista de Primera de 2018 por méritos propios. “Es una gran felicidad estar con los mejores, pero para ganarles tendré que preparar muy bien la modalidad, con mimo. Soy consciente de que todos los manistas de arriba juegan mucho en todo el frontón. Será muy complicado ganar algún partido. También habrá un punto de responsabilidad”, recita el campeón.

Cuenta el lasartearra que “la txapela del Manomanista es un pequeño sueño de toda la vida que se hace realidad. Es un sueño grande, porque es la modalidad que más me cuesta, la que menos he entrenado y en la que menos horas he metido”. El guipuzcoano agrega que “se trata de una competición que me encanta. Conseguir el título y, además, el billete para jugar en Primera es algo grande”. Asimismo, el modo en el que lo hizo, a base de sufrir ante un Bakaikoa al que es muy difícil de batir, supone un “plus”. “Si sabes que vas a ganar, prefieres hacerlo justo, porque eso da más satisfacción. Sufrir te da más felicidad. Fue un encuentro duro y lo podía haber ganado cualquiera de los dos. Joanes me empató varias veces y pude sacar los tantos adelante. Esa fue la clave del partido”, admite Arteaga II, quien analiza que “todavía tengo la txapela en la entrada de casa, pero le encontraremos pronto un hueco justo al lado de la del Parejas”.

Aunque la providencia sea insondable, la gran actuación en la temporada de invierno del lasartearra le suma a la lista de delanteros de nivel de Asegarce para el verano. Si bien Bengoetxea VI, Olaizola II y Urrutikoetxea son sagrados, existen opciones de formar en algunos estelares y meterse en la pelea de Iñaki Artola, Víctor Esteban o Unai Laso. “A priori, tendré bastantes choques en verano y espero que haya compromisos de prueba para ver mi nivel. Me darán más opciones y el objetivo es mostrar que puedo rendir con los de arriba. Esos duelos son para mejorar y la meta es ir poco a poco superándome y para arriba”, sostiene el guipuzcoano, quien es consciente de que le va a “costar” adaptarse. “Se nota la diferencia, pero quiero aprender y amoldarme a ese juego”, argumenta.

Por ahora, las txapelas y el buen momento de forma están administrando gasolina al depósito de Arteaga II. “Estoy satisfecho y muy ilusionado. El año está siendo redondo y me espera un verano bonito. Estoy con muchas ganas de entrenar para mejorar el nivel y para subir escalones”, destaca el delantero, quien añade que “cuando uno mete horas entrenando, se nota en los partidos. Me siento bien en todas las facetas, tanto de físico como de manos y juego, así que no tengo excusas para no ir a entrenar y a dar el máximo. Estoy más motivado que nunca”.

De cara a lo que se pueda encontrar en los envites exigentes ante manistas de nivel top, como son los tres primeros espadas de su promotora, el guipuzcoano desbroza que se nota la “diferencia” en varios factores. “La velocidad a la que se juega y la pelota, que suele ser más nueva, cambian mucho. Además, se cometen menos errores. Si tú haces fallos, el partido se te complica. Con la rapidez se endurece el choque y te obligan a arriesgar porque los contrarios son mejores en defensa”, argumenta Arteaga II, quien tiene un horizonte de rodaje. “La suerte influye, porque puede haber mal de manos. El año pasado, por ejemplo, sufrí mucho. Por mi parte, voy a salir a darlo todo”, finaliza el lasartearra.