STUTTGART - La presencia de Maria Sharapova hoy en Stuttgart marcará la tercera jornada de este torneo WTA, dotado con 776.000 dólares en premios, que la rusa ya ha ganado en 2012, 2013 y 2014, un polémico regreso después de 15 meses de estar apartada de las pistas, tras ser sancionada por el consumo de Meldonium.

En esa jornada, reservada para las principales cabezas de serie del torneo, como la alemana Angelique Kerber (1), la checa Karolina Pliskova, la rumana Simona Halep (4) y la española Garbiñe Muguruza (5), reaparece la siberiana que acaba de cumplir 30 años contra la italiana Roberta Vinci, después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rebajara de dos años a quince meses su suspensión.

Su premisa es reivindicar su nombre después de las críticas de varias compañeras del circuito que entienden que una vez cumplido su castigo no debería tener mayores privilegios, y luchar si hiciera falta en las fases previas de los torneos, algo que no cumplirá ni en Stuttgart, Madrid ni en Roma, eventos en los que su tirón mediático e influencia de los patrocinadores han pesado lo suficiente para hacerle un sitio como fuera, directamente en el cuadro principal.

Roland Garros se mantiene mientras a la expectativa, y solo se pronunciará el 15 de mayo para anunciar si la rusa, sin ránking esta semana, se verá beneficiada también.

Bernard Giudicelli, nuevo presidente de la Federación Francesa de Tenis, expresó a principios de marzo su poca disposición para favorecer a la rusa. “No podemos invertir un millón y medio de euros en la lucha contra el dopaje” y luego invitar a una jugadora sancionada por el consumo de un producto prohibido, dijo Giudicelli a L’Equipe, palabras que coincidían con las del británico Andy Murray, número uno del mundo: “Tienen que ganarse el puesto con trabajo”, señaló el de Dunblane.

Sharapova siempre se ha quejado de las envidias del circuito hacia ella, quizás porque durante más de una década, según Forbes, ha sido la atleta femenina más comercial del mundo, y su presencia ha revolucionado los patrocinios.

Es empresaria y ha aprovechado su ausencia en las pistas para seguir cursos en la Escuela de Negocios de Harvard, ha invertido en la plataforma Charly, y su firma de dulces Sugarpova continúa dando beneficios, y según su agente, ha conseguido el “home run” del chocolate, y se venderá en más de 50.000 ubicaciones a finales de 2018 gracias a los acuerdos con dos grandes cadenas, Kroger Co., la más grande de EE.UU., y 7-Eleven.

Además ha aprovechado los 15 meses de retiro para preparar un libro autobiográfico que puede dejarle grandes beneficios cuando salga en septiembre: Imparable. Mi vida hasta ahora, una historia que ella misma ha calificado de sacrificio, sobre lo que se debe dejar atrás para triunfar. “Una historia sobre una niña, su padre y su loca aventura”, dijo en su presentación, en alusión a la decisión de trasladarse a EE.UU. cuando tenía siete años.

Algunas cosas han cambiado en el circuito durante la ausencia de la rusa, Masha se encuentra con la noticia de que la estadounidense Serena Williams, con la que disputó precisamente antes de ser sancionada su último partido en los cuartos del Abierto de Australia de 2016, está embarazada. -Efe