GASTEIZ. Tras cuatro días de descanso después de una semana de trabajo en las laderas del Annapurna, los dos alpinistas han decidido subir al campo dos con un cambio de planes significativo, tras encontrarse bloqueada la vía alemana en la primera expedición que realizaron la semana pasada.
Ante esta novedosa situación en la que todos los equipos presentes en el lugar se han visto obligados a afrontar la ascensión por la peligrosa ruta francesa original, Zerain y García han tenido que realizar cambios en sus planes iniciales.
La primera de estas modificaciones será que no se podrán aclimatar siguiendo la estrategia habitual en los "ochomiles", que consiste en efectuar varias subidas y bajadas rápidas entre campos de altura.
En lugar de esto, han iniciado una única subida con paradas más largas de lo habitual para darle tiempo al cuerpo para su aclimatación.
"Si lo hacemos así es porque la ruta es muy peligrosa y cuanto menos veces pasemos por las partes delicadas, mejor", ha indicado Zerain, quien no quiere tomar más riesgos de los que ya tiene la propia ascensión al considerado unos de los ochomiles más peligrosos.
El montañero alavés no ha querido aventurar una fecha para atacar la cima porque "la climatología será la que determine" esta decisión que también estará condicionada por la peligrosidad de la vía.
Además, esta nueva estrategia les obligará a transportar un peso mayor en sus equipajes, por lo que han decidido unir fuerzas con la potente cordada formada por los italianos Nives Meroi y Romano Bennet, quienes buscan apuntarse su último "ochomil" con el Annapurna.