vitoria ? Dos días después de terminar la competición, el Lacturale Araski recibió ayer el merecido homenaje por parte del Ayuntamiento de Vitoria. Todos los partidos políticos, con el alcalde Gorka Urtaran a la cabeza, felicitaron y agradecieron el gran curso que ha protagonizado el equipo de baloncesto. El impacto, no sólo deportivo sino mediático y social, ha sido tremendo. Ha estado por encima de cualquier tipo de expectativa y todavía hoy siguen escuchan y leen felicitaciones a través de las redes sociales por ejemplo. “Hemos sido la envidia nacional a nivel mediático. Hay una simpatía por un proyecto como este y a todos nos ha sorprendido gratamente. Hemos traspasado la frontera del impacto social”, apuntaba ayer la presidenta del club, Livia López. Eco que ahora esperan que tenga su efecto en forma de nuevos patrocinios con el fin de equilibrar un mayor presupuesto. “El gran reto es cómo seguimos sumando para que esto no pare”, se preguntaba ayer la dirigente alavesa.
Y es que en un año el salto ha sido brutal. Del nada al todo. De estar hace un año en Cáceres jugando la fase de ascenso a valorar hoy lo que se ha logrado en el año de su debut en la máxima categoría del baloncesto nacional. En cierta forma, y para muchos, difícil de analizar, aunque a juicio de Made Urieta todo se resume en una sola cosa, la unión del grupo. “Hemos sido un equipo, una piña. Cuando hemos tenido momentos bajos hemos creído. Quién iba a pensar que tras perder en Las Palmas o en casa ante Zamora en la última jornada íbamos a eliminar a Gernika”, recordaba. Y es que también ha tenido que lidiar con serios contratiempo, como alguna lesión relevante, el cambio de Vega por Gidden o la ausencia de vris jugadoras en muchos entrenamientos. “De las 16 horas semanales sólo siete las hemos hecho con el equipo al completo. No podemos exigir a ls chicas que estudian o trabajan dedicación exclusiva cuando no viven del baloncesto. No es la situación ideal, pero hemos demostrado que se puede”, manifestó la preparadora de Amurrio. Eso sí, asumiendo que es muy complicado que haya dos temporadas similares, reconoció Urieta que el gran rendimiento que el Araski ha ofrecido durante estos meses tendrá un peaje ahora en forma de ofertas por alguna de sus pupilas. “Es cierto que nos ponemos en el escaparate, yo también, aunque hay que valorar lo bien que se nos trata en esta entidad. El equipo no vale lo mismo hoy que al inicio de temporada y ojalá haya algún patrocinador que apueste por nosotros y podamos retenerlas”, dijo la preparadora ayalesa. Será a partir de ahora cuando se ponga a planificar el plantel que quiere dirigir el próximo año aún asumiendo que hay muchas opciones de que no será el mismo completamente. “Yo iría a muerte con el mismo equipo, pero habrá que ver qué jugadoras terminan marchándose si las propuestas que tienen son para hacerlo. No me atrevo a decir cuántas renovaciones se producirán”, describió. Lo que sí es evidente es que la base la seguirán formando las de casa. Fieles a su idea de club de cantera, Araski reforzará, si es que pueden algo más, su estructura. Intentará dar un paso más, aunque pisando en tierra firme. “Han llegado unas veinte peticiones de chicas que quieren jugar en nuestros equipos”, apunta López. Son precisamente las más pequeñas las que a su vez sacaban la mejor de las sonrisas de la propia Urieta. “El mensaje más especial fue un audio de un minuto de un grupo de niñas que estaban muy orgullosas de nosotras y de formar parte del club. Lo que más ha enriquecido a la plantilla ha sido ver a las más pequeñas pedirles autógrafos”, desveló la entrenadora. Aunque para curiosa la que llamó la atención de la presidenta. “Que nos felicitara la Policía Municial ha sido la leche. Ese día dije, se nos ha ido de las manos” expuso entre sonrisas. l