- “A mí no me habléis de la temporada regular. Habladme de los play-offs. Lo siento, llevo seis finales seguidas”. Así respondía LeBron James a quienes le cuestionaban por la importancia del primer puesto en la Conferencia Este que, al final, los Cleveland Cavaliers, que armaron una plantilla espectacular a partir de la pausa del All Star, han acabado por regalar a los Boston Celtics. Los actuales campeones se han dejado ir descaradamente en los últimos partidos en busca de presentarse mañana en la línea de salida de la postemporada en la mejor condición física posible.

Porque también existe una coincidencia en afirmar que James y sus acólitos están en perfecto estado, no habrá problema para que El Rey alcance su séptima final consecutiva. Aunque tuviera que afrontar todas las eliminatorias con el factor cancha en contra. Como ha ocurrido en estas últimas temporadas, muy mal se le tienen que dar las cosas para que el camino de LeBron James por los play-offs del Este no sea un trámite hasta llegar a la final. Es su territorio y él dispone y propone. Allí llegará un equipo del Oeste, con el colmillo afilado, pero también más desgaste.

Los Celtics salen con una ligera ventaja

Los Cavaliers iniciarán la defensa de su único título ante los Indiana Pacers, un equipo que, dentro de su irregularidad, cuenta con argumentos para hacerle una serie larga al campeón. El principal es Paul George, que puede contestar la hegemonía de LeBron, aunque necesitará compañía para tratar de cambiar el pronóstico. Los de Cleveland han fichado a última hora al exACB Walter Tavares con el fin de añadir algo de intimidación al juego interior, pero sería una sorpresa que el pívot caboverdiano tuviera protagonismo.

Los Boston Celtics se han esforzado por acabar en el primer puesto la temporada regular, algo que no lograban desde 1988. A partir de ahora, debe ser el influjo del TD Garden el que impulse al equipo de Isaiah Thomas, al que quizás le falta tonelaje y experiencia para aspirar a repetir presencia en la final de la NBA. Enfrente tendrán en la primera ronda a los Chicago Bulls, el conjunto más indescifrable de esta campaña por el papel continuamente cambiante de la mayoría de sus jugadores. De todos, salvo Jimmy Butler, habría que decir. Nikola Mirotic parecía defenestrado, pero en su último año de contrato el exmadridista ha acabado siendo pieza clave en el ataque de los Bulls.

Los Toronto Raptors, finalista de conferencia el año pasado, han concluido terceros y arrancan ante los Milwaukee Bucks. Los canadienses han recuperado a Kyle Lowry y confían en que el fichaje de Serge Ibaka les lleve, al menos, a repetir el logro de la campaña anterior cuando llevaron a seis partidos a los Cavaliers. Su rival nace y muere en Giannis Antetokounmpo, que vivirá su segunda experiencia en play-offs con un equipo que no tiene ninguna presión y que está en crecimiento de la mano del fenómeno griego.

La última eliminatoria del Este cruzará a Washington Wizards y Atlanta Hawks sin un pronóstico claro. Los capitalinos han perdido algo de tono en las últimas semanas, pese a los refuerzos de Bogdanovic y Jennings, y los del estado de Georgia han logrado salvar una crisis que estuvo cerca de dejarles fuera, justo cuando han recuperado a su All Star Paul Millsap.

Durant se suma a la cruzada de los Warriors

Kevin Durant, cuya lesión sembró inquietud, ha vuelto a tiempo para unirse al trío Curry-Thompson-Green en la cruzada de los Golden State Warriors, que no es otra que recuperar al anillo, que sería el primero para el extraordinario alero que ya jugó una final con Oklahoma. Los campeones de hace dos años sufrieron un bajón sin su fichaje estelar, pero han logrado rehacerse y han acabado la temporada regular a gran nivel. Durantula se ha subido al equipo en marcha y lo normal es que su aportación suponga el factor diferencial en la durísima Conferencia Oeste para llegar a la tercera final seguida ante los Cavaliers. Su primer rival serán los Portland Trail Blazers, que hace un año ya exigieron al máximo a los de Oakland y que ahora no renuncian a dar la sorpresa amparados en su buen estado de forma y la talentosa combinación Lillard-McCollum.

Probablemente, la eliminatoria estelar de esta primera ronda será la que va a medir a los Houston Rockets y los Oklahoma City Thunder, que comenzará sin que se haya decidido el destino del MVP de la temporada que recaerá en James Harden o Russell Westbrook, la estrella respectiva de cada equipo. Quizás se conozca el ganador del trofeo en el transcurso de la serie y eso puede ser un factor que influya en el aspecto mental y de la motivación de cada uno. En todo caso, Westbrook tendrá que seguir bordeando el triple-doble para sostener la batalla ante un equipo dotado de muchos argumentos ofensivos, que puede llevar a Mike D’Antoni a conseguir lo que no pudo con los Phoenix Suns.

La lucha entre Los Angeles Clippers y Utah Jazz se intuía desde hace tiempo, solo faltaba conocer el orden. En la última presencia en el play-off de Paul Pierce, los angelinos pueden ser los tapados, ya que este año nadie habla de ellos y parece que han llegado con salud. Los del estado mormón han sido la exaltación del concepto de equipo. Sin estrellas rutilantes, más allá de Gordon Hayward, y con jugadores de varias nacionalidades, los Jazz han alcanzado lo que puede ser su techo, aunque en su caso tampoco tienen presión y son duros de pelar, como en los tiempos de los 90.

Pau Gasol. Se convirtió en el segundo jugador europeo que alcanzar los 20.000 puntos en la NBA tras Dirk Nowitzki. Además, se unió a Kareem Abdul-Jabbar, Tim Duncan y Kevin Garnett como únicos en superar los 20.000 puntos, los 10.000 rebotes, las 3.500 asistencias y los 1.500 tapones.

Giannis Antetokounmpo. El griego completó su hazaña y cerró la temporada regular como el único jugador de la historia que acabe entre los 20 mejores en cinco apartados estadísticos: puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones.

James Harden. La estrella de los Rockets acabó el curso con su 22º triple-doble y como el primer jugador en la historia en lograr en la liga al menos 2.000 puntos, 900 y 600 rebotes.

Karl-Anthony Towns. El ala-pívot de segundo año de Minnesota se convirtió en el primer jugador en hacer al menos 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 100 triples en una temporada.

Russell Westbrook. Nadie antes que él promedió un triple-doble con 30 puntos. El último con 30 puntos y 10 rebotes fue Karl Malone en 1990. El último con 30 puntos y 10 asistencias fue Nate Archibald en 1973.