MÓNACO - Básicamente Fernando Alonso tiene dos razones que se funden en una sola para tomar la decisión de competir en las 500 Millas de Indianápolis, prueba que le obligará a aparcar su compromiso con el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Por un lado, el equipo McLaren va camino de vivir un nuevo año en el dique seco, previsiblemente ausente de éxitos de los que vivió en el pasado, el peso de una historia que actualmente se está volviendo en su contra, porque las exigencias son mayores cuando el camino ha estado sembrado de laureles. Por otra parte, a título personal, la única manera de que el asturiano no deje pasar otro año en blanco en cuanto a éxitos es mudarse a otras competiciones que no sean la F-1, donde McLaren está hoy por hoy más cerca de la cola de la parrilla que de la cabeza. Así que la decisión solo se entiende a través del mal año que vuelve a atravesar McLaren y el insatisfecho hambre de Alonso por seguir coloreando su currículo con éxitos. La razón aunada, en definitiva, es el penoso momento que atraviesan equipo y piloto.

Además, la idea de correr en otra competición casa con los intereses comerciales de McLaren, que no dejará de competir en el Gran Premio de Mónaco que coincidirá con las 500 Millas, y que coloca a un piloto en la carrera más importante del motor en suelo estadounidense, mercado en el que trata de asentarse la F-1. O sea, su concurso se puede entender como una estrategia publicitaria de McLaren y como una manera de satisfacer a un piloto que no para de acumular desazones, y que por otro lado termina contrato este año en una estructura alejada de sus pretensiones.

“Si quiero ser el mejor piloto del mundo tengo dos opciones: o gano ocho título mundiales, uno más que Schumacher, que va a ser muy difícil, o la segunda opción es ganar distintas competiciones en distintos momentos de mi carrera y ser un piloto completo que puede ganar en cualquier coche y categoría. Es todo un reto”. Es así como Alonso describe su hambre. “La Indy 500, F1, las 24 Horas de Le Mans son las carreras más grandes del mundo y siempre pensé en competir y participar”, añade, proyectando su interés en ser más reconocido: “Me considero un piloto completo que se adapta a cualquier tipo de coche y condición, y la mejor manera de demostrarlo es competir en diferentes categorías y tratar de ganarlas”.

Si bien, Alonso es cauto acerca de su concurso: “No voy allí con la expectativa de llegar y ganar porque respeto a los pilotos que están corriendo allí y la experiencia que tienen”. “Yo no me perdería ninguna carrera de F-1 por otra competición”, proclamó Lewis Hamilton. Comprensibles sus palabras desde su prisma de ganador; es el favorito para el Gran Premio de Bahréin del domingo.