SHANGHÁI - Menos mal que existe la destreza del agitador Max Verstappen, porque por mucho que la organización del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 se devane los sesos en diseñar una competición más disputada, con alternativas, más entretenida en definitiva, la sensación es que sigue siendo un espectáculo anodino, demasiado extenso en el tiempo para los escasos instantes de emoción que oferta; cierto es que dada la longitud actual de las pruebas siempre hay que tener en cuenta especialmente en los albores del curso la incógnita sobre la respuesta de los monoplazas en cuanto a fiabilidad, la cruz de Fernando Alonso, de McLaren y su todavía tierno proyecto. La impresión es que adelantar, o modificar la clasificación que ordena la parrilla de salida los sábados, cada día es más complicado y ahí se esfuma gran parte del espectáculo. Con alguna que otra excepción en cada carrera pero que ya se puede decir que habitualmente lleva el mismo nombre: Max Verstappen. De hecho, el holandés fue el único que iluminó, tenuemente eso sí, la posibilidad de un triunfo que no fuera obra de Lewis Hamilton, que mandó con una autoridad inquebrantable en el Gran Premio de China para poner un empate en la clasificación de pilotos.

Esta vez sí, el todopoderoso Mercedes, Lewis Hamilton, sorprendidos en el estreno del campeonato, dieron de sí lo esperado y colocaron las tablas en la clasificación del Mundial de Fórmula 1. El piloto inglés respondió al triunfo de Sebastian Vettel en la cita inaugural de Australia y se adjudicó la victoria en China, donde a pesar de las rosas y el champán las cosas pudieron torcerse temprano para la escudería alemana, a quien los acontecimientos le sonrieron. Porque si algo ha quedado claro es que Mercedes es superior al resto, pero no goza de tanta ventaja como otrora y cualquier contratiempo o despiste, por ejemplo en la estrategia, puede comprometer la victoria, como ocurrió en Melbourne. O como pudo suceder ayer.

Y es que la carrera despertaba con un contexto armado de incertidumbre. El asfalto del circuito se presentaba mojado. Los pilotos montaban neumáticos de lluvia para la salida, con excepción de la arriesgada y exclusiva apuesta de Carlos Sainz que resultaría crucial en su resultado final, pero en la segunda vuelta el accidente de Stroll y la consecuente aparición del coche de seguridad virtual motivó al comienzo del baile en los boxes. Cantidad de pilotos, entre ellos Vettel o Alonso, decidieron realizar su primera visita a los garajes para montar calzos lisos ante la inminente desaparición de las manchas de agua en la pista. Mercedes, sin embargo, se contuvo. No cambió de gomas. Decisión cuestionable que le pudo costar muy cara de no ser porque nada más relanzarse la carrera otro choque, en esta ocasión de Giovinazzi y en la vuelta 4 en plena recta de meta, devolvió a la pista el coche de seguridad, en este caso físico. La situación la aprovechó Mercedes, esta vez sí, para situarse a la par de la competencia en cuanto a gomas se refiere, y sin perder posición, como igualmente sucedió con Ricciardo, Raikkonen o Verstappen, afortunados todos ellos por la aparición de ese segundo safety car. De manera que lo que pudiera haber sido una maniobra magistral de Ferrari y otros dejó de serlo para convertirse en lápida para los bólidos rojos, el menos, acerca del debate por la victoria. Sucedió así porque en el dubitativo arranque Ricciardo se coló delante de los Ferrari, de Raikkonen y Vettel, quienes rodaban en este orden, y los apresó en su rebufo. Los monoplazas italianos permanecieron más de 10 giros atascados por el australiano de Red Bull, cediendo un segundo por vuelta al líder Hamilton, que comenzaba a guisar a fuego lento su a posteriori triunfo. De hecho, incluso el genial Verstappen sacó tajada de la situación, adelantando a Raikkonen, también a Ricciardo e incluso empezando a recortar diferencias con Hamilton. Cabe recordar que el joven Mad Max partía desde la 16ª pintura y se instalaba en el segundo puesto en la vuelta 12. Sus dotes están fuera de lo común. No obstante, sus opciones de ganar eran puro ilusionismo, un engaño para la vista.

la mentira de Hamilton “Están empezando a desfallecer los neumáticos”, alertaba por radio Hamilton despertando esperanzas ajenas. Si bien, registraba en ese mismo giro la vuelta rápida de la carrera descubriendo así la mentira del inglés y el verdadero potencial de Mercedes. Era la vuelta 32 de las 56 programadas y, aunque ya antes no había color, la carrera quedaba definitivamente vista para sentencia. A esas alturas nadie rivalizaba con el tricampeón británico, presto a firmar su 54ª victoria en la F-1. Es, junto a Michael Schumacher, el único piloto que ha ganado en cinco ocasiones en tres circuitos distintos o más. Toda una leyenda. Ayer además conquistó el tercer Grand Chelem de su carrera deportiva. “Este Mundial va a ser el más apretado”, aseguraba Hamilton. Puede ser. Pero lo cierto es que a cualquiera le gustaría afrontarlo al volante de su coche.

Vettel, entretanto, fue escalando posiciones. Lo que más rabia pudo dar al alemán es ver cómo en Ferrari aún no se establecen órdenes de equipo, porque fue Raikkonen, que a su vez se veía frenado por Ricciardo, quien puso cepo a sus expectativas. Seb tardó en deshacerse de su compañero de equipo. Le pasó en la vuelta 20, ya en la 22 rebasó a Ricciardo y sería en la 29 cuando doblegaría a Verstappen. A partir de entonces, la misión era simplemente terminar la prueba, porque cuando solo tenía ante sí a Hamilton, este ya gozaba de más de 10 segundos de renta. Punto final en la lucha de la cabeza de la carrera. El único foco de interés en la zona delantera sería la defensa de Verstappen del tercer puesto del podio, el cual retuvo ante el acecho de Ricciardo, cuarto ayer. Por detrás, brillante actuación de Carlos Sainz, el primer piloto tras los habitualmente destacados de Mercedes, Ferrari y Red Bull. El madrileño acabó séptimo. Mención especial merece el papel de Fernando Alonso, con sonrisa perenne ante los medios de comunicación que transmite una cruda ironía, una situación irreversible y totalmente aceptada y asumida. Abandonó en la vuelta 35.

Clasificación

1. Lewis Hamilton (Mercedes)1h.37:36,160

2. Sebastian Vettel (Ferrari) a 6,2

3. Max Verstappen (Red Bull) a 45,1

4. Daniel Ricciardo (Red Bull) a 46,0

5. Kimi Raikkonen (Ferrari) a 48,0

6. Valtteri Bottas (Mercedes) a 48,8

7. Carlos Sainz (Toro Rosso) a 72,8

8. Kevin Magnussen (Haas) a 1 vuelta

9. Sergio Pérez (Force India) a 1 vuelta

10. Esteban Ocon (Force India) a 1 vuelta

11. Romain Grosjean (Haas) a 1 vuelta

12. Nico Hülkenberg (Renault) a 1 vuelta

13. Jolyon Palmer (Renault) a 1 vuelta

14. Felipe Massa (Williams) a 1 vuelta

15. Marcus Ericsson (Sauber) a 1 vuelta

Fernando Alonso (McLaren) Abandono

Daniil Kvyat (Toro Rosso) Abandono

Stoffel Vandoorne (McLaren) Abandono

Antonio Giovinazzi (Sauber) Abandono

Lance Stroll (Williams) Abandonoo

Clasificación

1. Lewis Hamilton (Mercedes) 43 puntos

2. Sebastian Vettel (Ferrari) 43

3. Max Verstappen (Red Bull) 25

4. Valtteri Bottas (Mercedes) 23

5. Kimi Raikkonen (Ferrari) 22

6. Daniel Ricciardo (Red Bull) 12

7. Carlos Sainz (Toro Rosso) 10

8. Felipe Massa (Williams) 8

9. Sergio Pérez (Force India) 8

10. Kevin Magnussen (Haas) 4

11. Daniil Kvyat (Toro Rosso) 2

12. Esteban Ocon (Force India) 2

13. Nico Hülkenberg (Renault) 0

14. Fernando Alonso (McLaren) 0

15. Stoffel Vandoorne (McLaren) 0

Clasificación

1. Mercedes (Mercedes) 66 puntos

2. Ferrari (Ferrari) 65

3. Red Bull (Renault) 37

4. Toro Rosso (Renault) 12

5. Force India (Mercedes) 10

6. Williams (Mercedes) 8

7. Haas (Ferrari) 4

8. Renault (Renault) 0

9. Sauber (Ferrari) 0

10. McLaren (Honda) 0