Duración: 61:52 minutos de juego.
Saques: 2 de Irribarria (tantos 18 y 21) y 2 de Bengoetxea VI (tantos 9 y 14).
Pelotazos: 490 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 9 de Irribarria, 1 de Rezusta, 6 de Bengoetxea VI y 1 de Larunbe.
Errores: 3 de Irribarria, 2 de Rezusta, 3 de Bengoetxea VI y 7 de Larunbe.
Marcador: 3-1, 4-1, 5-3, 6-3, 9-4, 10-9, 11-10, 14-11, 15-11, 19-12, 20-12, 21-13 y 22-14.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Jon Apezetxea (con Irribarria-Rezusta) y José Ángel Balanza ‘Gorostiza’ (con Bengoetxea VI-Larunbe).
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Atano III de Donostia. Buena entrada.
donostia - El campeonato de Iker Irribarria y Beñat Rezusta está siendo impoluto. Las derrotas son un rara avis en su trayectoria y los rivales han ido cayendo uno tras otro ante el dominio de su espectacular pegada. En esta hoja de servicios sin apenas lunares, Oinatz Bengoetxea y Mikel Larunbe eran una asignatura pendiente. Dos pelotaris que se convirtieron en una molesta espina para los guipuzcoanos. Incapaces de ganarles en los cuartos de final. No ha sido hasta las semifinales cuando se han podido tomar la revancha. Irribarria y Rezusta ganaron por 22-14 a la pareja de Asegarce. Fue un partido con dos mitades muy marcadas. Una primera parte dura, en la que el mayor poder de los de Aspe, ayudados por momentos por un material que les favoreció, fue combatido por el trabajo de Bengoetxea y Larunbe. En la segunda, solo los colorados hicieron acto de presencia y acabaron con cualquier atisbo de resistencia para hacerse con la victoria.
No sorprendió a nadie el planteamiento inicial de Irribarria y Rezusta. Los dos pelotaris soltaron sus respectivas zurdas y se centraron en avasallar a Larunbe. Bengoetxea trabajó mucho, quitó más de una pelota complicada a su compañero y se mostró como una amenaza cada vez que la esférica rondó por sus inmediaciones. Aun así, esto ocurrió demasiado poco. No dejaron entrar en juego al leitzarra y el marcador se abrió hasta el 9-3. En esta fase el galdakoztarra no se amilanó. Aguantó bien la lluvia de pelotazos e incluso pudo quitar el aire a Irribarria en más de una ocasión. Pero los guipuzcoanos no necesitan demasiado para mandar. Cada pequeño fallo, cada golpe con menos fuerza de la necesaria, pintó el dominio de colorado.
Aunque nunca se puede dar descartado a Bengoetxea. Bajo la manga del leitzarra, hay escondidos una gran cantidad de ases, cada uno para una situación determinada. Siempre dispuesto a enredar la jugada, a fajarse en batallas donde los reflejos son más importantes que la fuerza y su técnica puede brillar en la cancha. El delantero navarro rompió la tendencia con una dejada que engañó hasta a los espectadores y luego empezó a poner en aprietos a Irribarria y Rezusta con el saque. Desde la pared, el ancho o el centro. Ningún disparo inicial de Oinatz fue desde el mismo sitio que el anterior. Todos los golpeos estuvieron impregnados de veneno y los problemas se acumularon para los de Aspe (9-9). Un par de tantos del delantero de Arama dieron algo de aire a los azules, pero otra vez Bengoetxea sacó el gancho a pasear para poner el 11-10.
Fue el último momento de brillantez azul. Irribarria y Rezusta recuperaron el saque y con su pelota hicieron mucho daño a Bengoetxea y, sobre todo, a Larunbe, que empezó a fallar demasiadas pelotas y facilitó la marcha de sus oponentes. En esta fase, el delantero de Arama estuvo soberbio. Aprovechó el dominio de su compañero, sólido desde el primer pelotazo hasta el último, y desequilibró el partido con su potente látigo. Un parcial de 8-1 dejó el choque visto para sentencia y los azules apenas reaccionaron con el encuentro en contra. Este resultado deja prácticamente clasificados a Irribarria y Rezusta, aunque no se pueden relajar ya que una carambola de resultados podría dejarles fuera. Por su parte, Bengoetxea y Larunbe afrontarán su duelo contra Danel Elezkano, que podría ser sustituido por Erik Jaka, y José Javier Zabaleta como una final. Una derrota podría clasificarles, pero necesitarían demasiadas combinaciones para avanzar de ronda así que saldrán a la cancha con la victoria entre ceja y ceja.