En pocas oportunidades se puede encontrar un testimonio tan claro y sincero como el que ofreció ayer Zou Feddal. El futbolista marroquí fue uno de los grandes protagonistas del encuentro entre el Málaga y el Deportivo Alavés. Primero en el aspecto positivo por ser el autor del gol -su estreno en esta faceta en este curso- que adelantó a los albiazules en el primera parte y después en el negativo al ser expulsado tras el descanso. Fue este segundo capítulo sin duda el que más pesó en su análisis de lo sucedido. “Le debo una cena a Edgar porque la verdad es que me ha salvado el culo”, resumió el central en referencia a la acción del canario que permitió al Glorioso rescatar los tres puntos en liza.

Y es que el zaguero norteafricano no tuvo ningún problema en reconocer su error en la jugada que supuso su segunda cartulina amarilla. “Es una acción desafortunada por mi parte. Pienso que soy el último y no tengo más remedio que meter la pierna. Me he equivocado y me queda mucho por aprender pero estoy feliz porque el equipo pudo acabar ganando”, resumió en un gran ejercicio de autocrítica.

Una victoria que llegó tras mucho sufrimiento por parte del conjunto vitoriano, algo que puso de relieve también Feddal. “Hoy -por ayer- hemos tenido mucha suerte”, asumió. De hecho, el zaguero no ocultó su incredulidad desde el interior del vestuario. “Sinceramente no me lo creía cuando he oído que había marcado Edgar. Me conformaba con el empate y al final mira... He saltado para celebrarlo y al caer he patinado y he acabado en el suelo”, confesó.

Edgar Méndez El otro gran protagonista de la contienda fue el jugador canario, que con su gol en el descuento rescató dos valiosísimos puntos para el Alavés. “Hemos sabido sufrir hasta el final, Dey (Deyverson) se deja el alma en cada balón y en cada jugada y gracias a eso he podido marcar yo”, destacó. Una acción que no podía poner mejor broche a su regreso al equipo tras la lesión muscular que le apartó del césped. “Volver a jugar, marcar y sumar la victoria... No se puede pedir más”, significó. Por último, Edgar mostró ambición para el futuro. “No tenemos techo, no sabemos hasta dónde podemos llegar así que lo importante es continuar disfrutando”. - T.S.