LONDRES. El director de inteligencia de Gambling Commission -el organismo regulador que supervisa los juegos de azar británicos-, Richard Watson, advirtió de que "la integridad en el juego no es una broma". "Hemos abierto una investigación para establecer lo que ocurrió exactamente", avisó.

El guardameta, de 46 años y 116 kilos de peso, reconoció tras el partido que conocía la apuesta. "Pensé que sería una broma divertida y me decidí a hacerlo. Ya habíamos hecho los tres cambios y perdíamos 2-0. Fui a la cocina en el descanso y cogí el bocata. Era de carne y patata", detalló Shaw, quien negó haber apostado.