vitoria - “La semana que viene volveré a la carga y subiremos de nuevo al Campo Base para retomar la ascensión; pero todavía con más fuerza interior para escalar el Everest en invierno y, por supuesto, con mi idea inicial de no utilizar oxígeno artificial”, confesó ayer mismo Alex Txikon. Era el final de un día complicado, que se une a un carrusel de jornadas difíciles, en el que las diferencias económicas casi se mostraron más peligrosas que la avalancha que estuvo a punto de tirar al lemoarra por una grieta de cien metros. El proyecto de hollar la cima del mundo en invierno y sin oxígeno le está causando muchos quebraderos de cabeza al vizcaino.

A estas alturas de la película, después de 54 días fuera de Euskadi, Txikon se encuentra de nuevo en Katmandú hacia donde tuvo que dirigirse ayer y donde pasará los próximos siete u ocho días, a la espera de remendar la expedición y de regresar al Everest. El lemoarra tuvo que abandonarlo y volar a la capital de Nepal para negociar el regreso de los sherpas, después de que la empresa Seven Summits Trek diera carpetazo unilateralmente a la expedición y retirase todo el material del Campo Base por cuestiones financieras.

Se le descosió al lemoarra de un plumazo todo el plan. Y es que, la agencia contratada para la aventura, cuya labor es fundamental a la hora de llevar a cabo una expedición, ya que se encargan de la logística correspondiente a una cita de tamañas características, tanto a nivel burocrático como a nivel humano y material, dio por concluida la expedición a primera hora de la mañana -9.00 hora local-. La empresa dio la orden de levantar el Campo Base creado para Txikon en contra de los deseos del vizcaino. El ochomilista, aun después de haber visto la muerte de frente y haber sufrido un montón en su primera andanada hacia un posible ataque, cercenada por vientos como cuchillos y una avalancha que a punto estuvo de costarle la vida y que hirió al sherpa Cheppal, se encuentra con fuerza suficiente y su intención era continuar en la montaña a la espera de una ventana de buen tiempo que le asegurara un “único” ataque. Así, las fechas se podían alargar hasta el 21 de marzo, día que acaba el invierno.

Seven Summits Trek tomó la decisión de zanjar la aventura de Txikon. De este modo, el vizcaino optó por desplazarse a Katmandú para tratar de acordar con la empresa una prórroga de sus servicios. Asimismo, Txikon tomó la determinación de dejar en el Campo Base del Everest parte del equipo. “Dejo mi material con una persona de apoyo y bajo a Katmandú a por soluciones. Estoy como una rosa y no me quiero marchar. El Everest me está esperando, y más con toda la fuerza que estoy recibiendo”, reveló en las redes sociales Alex.

Ya en la capital nepalí, el ochomilista mantuvo una reunión con el máximo responsable de la agencia de trekking, Mingma Sherpa, que recibió a los componentes de la aventura nada más llegar del Everest. En ella, Txikon y el representante de Seven Summits Trek llegaron a un acuerdo para continuar con el apoyo logístico que brinda la operadora al vizcaino a partir de la semana que viene.

“Está ya todo arreglado, aunque es verdad que la situación ha sido muy caótica desde primera hora de la mañana”, concretó el vasco, quien volverá a contar con el mismo equipo. Con las bajas de Carlos Rubio, Lakpa y Cheppal, solo cinco alpinistas acometerán el tajo. Además, cuentan con el respaldo de los Ice Doctors, que estudian el hielo. El bloque pasará una semana en Katmandú, donde los alpinistas recuperarán fuerzas para regresar a la montaña a por una gesta.